“Mi deseo más profundo es hacer de África un lugar mejor.”
Desde sus volcanes hasta sus selvas tropicales, Camerún es uno de los países con mayor biodiversidad de África. Considerada a menudo el “segundo pulmón de la tierra”, la cuenca del Congo cuenta con un hermoso litoral, montañas, sabanas, desiertos y selvas tropicales, y especies en peligro de extinción como los bonobos, los elefantes, las tortugas y los manatíes.
Pero el cambio climático y el aumento de la contaminación de los océanos están afectando cada vez más a los medios de subsistencia de la población local. El revolucionario del reciclaje Ismaël Essome Ebone ha diseñado el proyecto de desarrollo sostenible que este entorno natural merece.
Este premiado empresario empezó diseñando una canoa ecológica con restos de botellas de plástico, ayudando a las comunidades pesqueras y favoreciendo el ecoturismo. Pero no se detuvo ahí. Descubre por qué los pescadores se rieron cuando Ismaël se subió por primera vez a su ‘ecocanoa’ y cómo sus diseños sostenibles están resolviendo un mar de problemas.
Ismaël trata al plástico como una especie invasora, ayuda a limpiar el Camerún y sueña con ser la versión africana de Aquaman.
Somos Sawa: que significa “la gente del agua”. Mi padre es pescador y mi abuelo también lo era. Aprendí a pescar cuando era niño, pero a medida que crecía me di cuenta de que la pesca disminuía.
Cuando tenía 12 años, utilizábamos hojas de plátano y cuerdas para hacer tablas de surf. Pero, aunque soy ingeniero y sé cómo construir canoas y barcos, la inspiración del Ecoboat vino de los juguetes de mi infancia.
En el pueblo donde crecí, los ricos abusan de los aldeanos quitándoles sus tierras por la fuerza. Mi padre es un hombre trabajador y valiente. Su objetivo es asegurar el bienestar de su familia y hacer todo lo posible por defender a los pobres. Él me inspiró a hacer todo lo posible por ayudar y apoyar a la gente, allí donde esté, especialmente en mi comunidad.
Casi 250.000 personas en Camerún dependen directamente de la pesca, pero no existe ningún programa nacional serio para ayudar a la población local a hacer frente al cambio climático.
Los efectos del cambio climático en Camerún son muchos y diversos. La acidificación de los océanos está muy presente en la costa atlántica. Tememos por la biodiversidad marina y la extinción de especies vulnerables y en peligro de extinción. La alteración del ritmo de las estaciones también tiene un efecto directo en la agricultura, afectando al siluro africano y a la carpa común. Los indígenas ya se están viendo obligados a emigrar a la ciudad, abandonando sus campos improductivos.
El plástico se ha convertido en una especie invasora y es la plaga del siglo XXI. El plástico tarda entre 400 y 1.000 años en degradarse, afectando a la biodiversidad, al suelo y a los seres humanos. Según los científicos, pronto habrá más plástico en los océanos que peces.
Es esencial proteger el legado de la naturaleza. Las personas dependen de lo que la naturaleza les ofrece para vivir. Desgraciadamente, muchos pescadores y agricultores nunca han recibido educación, por lo que no se dan cuenta de lo que les está ocurriendo.
Mi deseo más profundo es hacer de África y de Camerún un lugar mejor, ayudando a mi país a luchar contra la contaminación, a despertar conciencias ante la emergencia climática, y a la vez crear puestos de trabajo y promover la economía verde.
Decidí convertirme en ingeniero tras ver cómo la ciudad de Douala se llenaba de residuos plásticos. Un día, mientras me refugiaba de la lluvia, vi cómo las botellas de plástico inundaban las calles de mi barrio. Parecía evidente que ni las autoridades públicas ni las organizaciones privadas tenían interés en resolver ese problema. Decidí estudiar ingeniería y gestión medioambiental.
Trabajé con la Sociedad Zoológica de Londres en la conservación de la biodiversidad durante dos años. Me chocó ver que todas las organizaciones que trabajaban por la protección del medio ambiente en Camerún eran extranjeras, así que dimití y fundé la organización sin ánimo de lucro Madiba&Nature para ayudar a los pescadores locales y hacer frente al problema de la contaminación marina por plásticos.
Los Ecoboats son fáciles de fabricar. En 2015 decidí recoger botellas de plástico en las playas, los ríos y las calles. Cientos de estudiantes, mujeres y vecinos se unieron a nuestro programa semanal de limpieza de playas. Empezamos recogiendo 1.000 botellas de plástico de los desagües de Douala.
Los pescadores se rieron al ver mi Ecoboat. “Sólo son botellas”, dijeron, y hablaron de ella como si se tratara de un “juguete”. No pensaron ni por un momento que pudiera funcionar.
Ahora tenemos 40 embarcaciones disponibles para hacer excursiones por la costa. Más de 100 pescadores las utilizan para organizar actividades de ecoturismo. Además, contamos con siete miembros en el equipo y más de 30 voluntarios. La colaboración con los pescadores locales permite generar ingresos a los miembros de la Asociación de Pescadores de Londji, que se benefician de la formación en turismo y trabajan como guías turísticos.
Con los ‘ecobin’ promovemos el reciclaje de residuos plásticos. En estos recipientes caben hasta 1.000 botellas de plástico. Con 100 ‘ecobins’ podemos recoger entre 3 y 5 toneladas de botellas de plástico cada mes. Eso nos ha permitido construir 46 botes más para la pesca y el ecoturismo y crear 10 puestos de trabajo en la comunidad de Londji.
Quiero ayudar a los jóvenes a aprovechar las oportunidades del negocio ecológico. Ahora cientos de personas sobreviven recogiendo y vendiendo residuos, y reciclar las botellas de plástico en forma de “ecocanoas” ayuda a que las ciudades estén más limpias. Ahora queremos instalar este innovador sistema de gestión de residuos en las playas.
El reciclaje es un sector nuevo en Camerún. Es difícil hacer que la gente respete las normas, porque no hay programas educativos, así que la gente no se preocupa de seleccionar ni de clasificar sus residuos en casa. Además, no hay suficientes contenedores en las calles y la gente no está acostumbrada a una buena gestión de los residuos.
Muchos jóvenes que conozco emigran para buscar una vida mejor en Europa de forma ilegal. O se quedan sin hogar y sin trabajo en las ciudades de Douala y Yaundé. Eso me estimuló a desarrollar estrategias para compartir experiencias a través de seminarios, coaching y formación.
Los nuevos contenedores ecológicos nos han permitido sensibilizar a la gente. Hemos creado un módulo de educación ambiental en 15 escuelas y dos universidades de Camerún, llegando a más de 35.000 personas. Enseñamos conservación de la naturaleza, estudios sobre biodiversidad, geografía y talleres prácticos de reciclaje. La formación también puede realizarse en línea.
Ponemos en práctica la “economía circular”. Consiste en crear riqueza a través del reciclaje de residuos y su comercialización, por lo que genera ingresos para los pobres, pero también crea puestos de trabajo e impulsa el emprendimiento. Promover esta forma alternativa de hacer negocios era una manera práctica de animar a las comunidades a preservar el medio ambiente porque era bueno para ellas.
Admiro a los científicos, innovadores e ingenieros que trabajan día a día para buscar soluciones que ayuden a la humanidad a afrontar los problemas del cambio climático y a crear un mundo más justo para todos. Mi sueño es expandirme por todo el país y por otros países africanos que lo necesiten.
En tiempos de COVID19… casi todas las actividades turísticas en las playas se detuvieron porque la gente ya no viaja. Esto ha reducido nuestros ingresos en esta área a cero.
Durante estos periodos de confinamiento también hemos observado un aumento del consumo de zumos y agua embotellados. Eso significa más contaminación en los barrios. Lo mejor que podemos hacer es poner nuestros ‘ecobins’ en los edificios, los hogares y las calles para facilitar la recogida y el reciclaje gratuitos de residuos.
Mis tres consejos para ayudar al planeta… Limitar el uso de plásticos de un solo uso, apoyar la educación pública en los países más necesitados y proteger la biodiversidad colaborando con proyectos de conservación de la naturaleza. Todo el mundo debería pensárselo dos veces antes de seguir contribuyendo a liberar plásticos a la naturaleza, que al final llegan a los océanos.
Si pudiera tener algún “poder del futuro”… sería una especie de Aquaman, un protector de los océanos.
AcciónAtlas: Puedes donar aquí para ayudar a la conservación de la naturaleza y la promoción de la economía circular en África. ► Escucha a Ismaël en el escenario del festival Fixing the Future en este vídeo y ven a verlo este año en persona a Barcelona. Reserva tus entradas.
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