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Sandra Sotelo Reyes, asesora en justicia de género y resiliencia climática en Oxfam Intermón, siempre ha tenido interés por cuestionar las causas subyacentes de los abusos de poder. Después de pasar casi 10 años en la República Democrática del Congo, así como en otros contextos afectados por conflictos como Chechenia, ha visto de primera mano cómo la violencia sexual en zonas de conflicto es solo una parte de un sistema más amplio de discriminación.

Sin embargo, el trabajo humanitario es solo parte de las cosas que hace Sandra. Aunque es economista de formación, también ha estudiado Acción Humanitaria Internacional, música y danza. Para Sandra, no existe una división estricta entre un mundo y el otro, sino que están comunicados: “Para mí no son dos cosas, forman parte de la manera de relacionarme con el mundo”.

Sesión híbrida, virtual y presencial, parte del programa SPARK de jóvenes voces ecofeministas en la COP26. Foto de Davinia Sosa Baez.

Sesión híbrida, virtual y presencial, parte del programa SPARK de jóvenes voces ecofeministas en la COP26. Foto de Davinia Sosa Baez.

Al hablar con Sandra durante los preparativos del Festival Fixing the Future, su aproximación creativa y abierta al mundo era evidente. Con una curiosidad contagiosa, siempre se pregunta “por qué” para acercarse a los problemas de fondo en sistemas complejos. Esto surgió de su experiencia temprana abordando la violencia sexual en zonas de conflicto, una experiencia formativa que le descubrió la importancia de cuestionar continuamente las causas subyacentes del abuso de poder.

Explica que “la violencia sexual en una zona de conflicto es como la punta del iceberg que representa el abuso, el abuso de poder en su forma más grotesca, concretamente contra mujeres y niñas. Así pues, este interés y defensa por señalar las causas profundas de este abuso de poder ha sido fundamental para mí; ha sido siempre mi preocupación”. Por ello, Sandra ve las presiones que revela la crisis climática como una oportunidad.

“Una oportunidad para que aquellos que son más escépticos, o que todavía no tienen un conocimiento profundo, vean con más claridad las desigualdades estructurales existentes y puedan empezar a hacerse la pregunta: ¿por qué? Me interesa que la gente pregunte por qué, y pregunte hasta encontrar el origen, porque todo lo demás es una pérdida de tiempo. Ahora es un buen momento para preguntar por qué, porque no tenemos mucho tiempo”.

Por ejemplo, en lugar de simplemente afirmar que el cambio climático afecta de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas, Sandra fomenta un proceso de cuestionamiento más riguroso, para profundizar y encontrar las causas, detrás de las causas, detrás de las causas; para seguir el hilo hacia la red subyacente de injusticia sistémica. Como ella dice, “terminemos las frases: ¿por qué las mujeres y las niñas se ven desproporcionadamente más afectadas por el cambio climático? La respuesta es: porque se les ha asignado, de manera no gratuita, un montón de tareas, roles y responsabilidades no remuneradas, como el trabajo de cuidado, y son excluidas de los mecanismos de toma de decisiones en virtud de normas, leyes y prácticas discriminatorias por razón de género. ¿Cómo no van a verse desproporcionadamente más afectadas por cualquier impacto, incluido el cambio climático?

Demandas climáticas feministas en la COP26. Foto de Davinia Sosa Baez.

Demandas climáticas feministas en la COP26. Foto de Davinia Sosa Baez.

Esta apertura al aprendizaje y la curiosidad es lo que sustenta uno de sus próximos proyectos con Oxfam Intermón, “Conversaciones valientes”, que son conversaciones interdisciplinarias en espacios artísticos diseñados para provocar la alquimia transdisciplinar entre ciencia, humanidades, cultura y política. Reunir a personas de diversos campos para discutir temas contemporáneos les ayuda a ver las cosas desde una nueva perspectiva, una que abre una nueva forma de pensar o genera preguntas que nunca antes se habían planteado. Como explica Sandra, los ponentes bailan a dúo, creando un nuevo espacio en el que se desafían, redibujan y co-construyen las fronteras disciplinarias. ¿Y cuál es uno de los ingredientes principales? Que los ponentes son “personas con ganas de aprender”. Tienen la valentía de adaptar, ajustar o rechazar un sistema de creencias que ya no tiene sentido.

Pero el cambio puede ser intimidante, y puede ser difícil cruzar un espacio incierto entre lo que sabemos y los cambios que debemos hacer para vivir en un mundo más sostenible. Para Sandra, aquí es donde entra la danza:

“La danza tiene el gran potencial de que las personas que no están acostumbradas a relacionarse con el mundo de forma más sensorial o vivencial tienen acceso a conocimientos o conceptos que, si se presentasen de otra forma, solo podrían rascar la superficie u olerla desde la distancia”.

Abandonar una idea, o un lugar conocido, e ir hacia lo desconocido puede generar incertidumbre, pero también puede conducir a un lugar de posibilidades.

Taller “Embodying ecofeminisms”. Foto de Sandra Sotelo Reyes.

Taller “Embodying ecofeminisms”. Foto de Sandra Sotelo Reyes.

Para explorar el potencial de la danza y el movimiento como una forma de entender sistemas complejos, Sandra ha desarrollado talleres de “Embodying ecofeminisms”. En los talleres reúne a una serie de personas, en su mayoría no bailarinas, para discutir primero los marcos conceptuales antes de explorarlos en movimiento.

¿Cómo se ve esto en la práctica? Sandra explica que puede haber cinco cuerpos en un espacio que deben seguir una serie de instrucciones: no os detengáis, cambiad de dirección cada vez que lleguéis a un extremo de la sala, no choquéis con nadie, mantened el mismo tiempo, seguid el ritmo de la música. Estas condiciones ayudan a crear un espacio que explora una versión micro de los sistemas complejos del mundo real.

“Solo con esto, puedes generar una comprensión inmediata de qué es un sistema complejo y qué significa tomar decisiones en un sistema complejo, y como relacionas tu propia presencia en el espacio –con tu gravedad, con tu forma. Te obliga a tomar decisiones que te sorprenden, porque no esperabas que nadie viniese detrás tuyo, y de repente ves la habitación desde una perspectiva que de otro modo no hubieses visto. Esto es exactamente lo que tiene que pasar, esta comprensión profunda. Y para mí esto es esencial”.

Los talleres revelaron las ideas que tenían los participantes pero que no podían articular hasta que el movimiento les proporcionó, en cierto modo, un conocimiento dentro de ellos. Continuará estos talleres en el marco de las formaciones del proyecto SPARK que Oxfam Intermón ofrece a los activistas jóvenes el mes de julio. Sandra describe este tipo de procesos como “momentos ajá”, cuando un cambio de perspectiva, o una comprensión más profunda del motivo de una manera de actuar, conduce a la apertura de nuevas posibilidades.

Taller “Embodying ecofeminisms”. Foto de Sandra Sotelo Reyes.

Taller “Embodying ecofeminisms”. Foto de Sandra Sotelo Reyes.

Basándose en la coreógrafa Deborah Hay, Sandra enfatiza que “no se trata de aprender danza, se trata de aprender de la danza”. Se trata de hacer preguntas como ¿qué dice la danza, a través de sus patrones, códigos, lenguaje? ¿Qué puede aportar a la reflexión contemporánea sobre los sistemas complejos?

Sin embargo, no hay atajos ni dos por uno. Como subraya Sandra, “sobre todo, la justicia climática requiere cuidado para asegurarnos de que no estamos creando soluciones falsas, que no estamos implementando soluciones simbólicas”. Esto significa pensar el futuro de quién estamos arreglando, quién no está en la sala y si nuestras soluciones realmente ayudan a todo el mundo.

“Quizás estamos arreglando lo que sale en la foto, pero quizás lo que no sale en la foto está pagando el precio de arreglar lo que hacemos para los que salen en la foto”, dice Sandra. “Es interminable, pero esa pregunta, esa preocupación, ese interés, tiene que estar siempre ahí. Sobre todo porque el cambio climático no entiende de fronteras entre, por ejemplo, el llamado Norte Global y el Sur Global”.

Dicho esto, Sandra ve el potencial de la creatividad como un puente entre el presente y los posibles futuros cuya forma todavía no conocemos, aunque quizás sepamos cómo queremos que sea o qué características queremos que tenga. “El arte permite la creación de estas realidades imaginarias, simbólicas y nuevas, y las trae aquí. Y al hacerlo, dotándolas de nombre y modelándolas” de manera creativa, podemos imaginar un futuro más esperanzador.

AtlasAction ► Los activistas jóvenes pueden apuntarse aquí al taller de danza de Sandra el mes de julio o leer más acerca de Oxfam Intermón y sus acciones en temas de género, clima y resiliencia. También puedes conocer a Sandra en el próximo Festival Fixing the Future en septiembre.

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