Copenhague alberga la granja vertical más grande de Europa, Nordic Harvest, que utiliza energía renovable y aplica tecnología robótica de forma innovadora para reciclar agua, nutrientes y fertilizantes.

¿Es posible producir verduras de calidad de forma totalmente independiente de las condiciones climáticas y sin emitir dióxido de carbono? En este huerto vertical de energía eólica de Copenhague, este sueño ya es una realidad.

Los sistemas vivos están interconectados, para bien o para mal. Y es un hecho que alimentar al mundo es una de las principales causas de la crisis climática. La deforestación, la disminución de las reservas de agua, los pesticidas y el exceso de nutrientes dañan la flora y la fauna. Se necesitan nuevas visiones y, afortunadamente, están comenzando a surgir soluciones prometedoras para la agricultura alternativa en el Antropoceno. Nordic Harvest es parte de esa transición más sostenible.

Esta empresa danesa de vanguardia se fundó en 2020. Reconociendo que aún no están cerca de una revolución, admiten estar muy orgullosos de cómo han sido recibidos hasta ahora. El CEO Anders Riemann y su equipo pueden cultivar y cosechar más de 200 veces más por metro cuadrado que los cultivos convencionales, liberando así tierras agrícolas para la reforestación.

“Usamos hasta 250 veces menos agua en comparación con la agricultura convencional. No contaminamos el medio ambiente. Podemos producir durante todo el año con una alta calidad constante. Nuestros productos se mantienen frescos durante más tiempo y, por lo tanto, reducen el desperdicio de alimentos. Usamos energía eólica certificada…” Todas estas soluciones geniales se llevan a cabo dentro de un enorme almacén donde las plantas se elevan casi hasta el techo.

“La actual cadena de suministro de alimentos nos ha hecho dejar de pensar en la sostenibilidad, ya que cada vez más exigimos alta calidad durante todo el año a precios cada vez más bajos.” Para revertir esa tendencia, los empresarios daneses hacen hincapié en la necesidad de ofrecer a los consumidores opciones obvias y sostenibles, es decir, “producir una calidad aún mayor con precios similares pero de una manera sostenible”. Todo un desafío al que se han enfrentado, repensar la forma en que producimos alimentos utilizando nuevas tecnologías y métodos. “Parece un poco loco que yo, un analista financiero y no un agricultor, deba pensar en estos términos”, confiesa el socio de la empresa Jonas Rugaard, “pero aquí estamos.”

Actualmente, el equipo está trabajando en ampliar su capacidad de 250 toneladas al año a 1.000 toneladas de verduras producidas de forma sostenible. “Deberíamos poder hacerlo ya este año. Luego tenemos planes de abrir en Suecia, Noruega, Finlandia, y otro centro en Dinamarca durante los próximos dos años”, señala Rugaard. Al mismo tiempo, Nordic Harvest sigue mejorando la tecnología para cultivar más que lechugas, hierbas y col rizada, sabiendo muy bien que solo estos cultivos por sí solos no cambiarán la agricultura.

Planean dar un giro completo al proyecto, lanzando un proyecto de reforestación a largo plazo a través de una fundación que comprará tierras agrícolas y las volverá a convertir en bosques. Todavía se está decidiendo dónde estará exactamente este bosque. Pero lo que está claro es que el futuro parece prometedor para Nordic Harvest, ya que impulsan el cambio y alientan a las personas a compartir ideas y pensar de manera innovadora.

AcciónAtlas: Si estás en Dinamarca, puedes apoyar a Nordic Harvest comprando sus deliciosas verduras en todo el país. Si no es así, les encantaría que compartieras su historia para inspirar proyectos similares en otros lugares.

Oceanógrafa, estudiante de máster en desarrollo sostenible y reportera con base en Barcelona.