El delicioso pollo crujiente a base de células va directamente del laboratorio a la mesa en el primer restaurante de carne cultivada del mundo.

Por primera vez en el mundo, una empresa emergente israelí ofrece a los comensales una hamburguesa de laboratorio crujiente, innovadora y sin sacrificio animal, además de gratuita, como parte de la experiencia de un restaurante elegante que reúne a tecnólogos, ingenieros, biólogos y chefs. SuperMeat tiene una misión: fabricar carne alternativa de la más alta calidad en un proceso sostenible y respetuoso con los animales.

En varias degustaciones públicas gratuitas en Tel Aviv, el equipo cultivó The Chicken directamente a partir de células de pollo en un biorreactor situado junto a las mesas del comedor.

El mundo está inmerso en una revolución de la tecnología alimentaria, buscando alternativas como en una especie de carrera espacial por el futuro de la comida. La “carne cultivada” es una forma de agricultura celular en la que la carne se cultiva en un entorno artificial in vitro a partir de células animales, lo que evitaría tener que criar y sacrificar animales de granja.

En el caso de The Chicken, incluso se extrajeron algunas células de los huevos de aves que ni siquiera nacieron. La “semilla” madura hasta convertirse en un suministro potencialmente interminable de músculo y grasa, y las células se convierten en tejido cárnico tal como lo harían en el cuerpo del animal. Luego se “nutre”, antes de plantarla en un fermentador de carne y cosecharla, lista para el panecillo brioche.

En este punto, sería difícil distinguirla de una hamburguesa de pollo gourmet si no fuera por el molesto biorreactor brillante que hay junto a su mesa. El chef principal de SuperMeat, Tomer Halevy, que tiene un doctorado en genética, explicó a The Guardian que cada hamburguesa tarda entre dos y tres días en “crecer”.

Este pollo no ha sido comercializado todavía, ya que no existe una regulación sobre la carne cultivada en Israel, lo que significa que SuperMeat no puede cobrar a los clientes por ahora. Realmente es una buena manera de permitir que cualquier persona entusiasmada con la carne alternativa o cultivada pueda participar en la revolución. Por ahora (hasta donde permite la situación sanitaria), SuperMeat está invitando al público a probar sus platos.

En diciembre de 2020 se produjo un momento histórico: las células de pollo cultivadas en biorreactores por Just Eat fueron aprobadas para su venta por primera vez por una autoridad reguladora, superando una revisión de seguridad por parte de la Singapore Food Agency. Esto podría abrir la puerta a un futuro en el que toda la carne se produzca sin tener que sacrificar animales.

Bueno, no todo el mundo quiere comer alimentos cultivados en laboratorio y no es barato, por lo que es poco probable que la carne cultivada se convierta en algo común durante algunos años, pero todos sabemos que necesitamos comer menos carne y que hay que reformar la industria ganadera tradicional. Después de todo, el pollo es preocupantemente barato. Esto marca el próximo paso en una revolución alimentaria que debe proporcionar seguridad nutricional, reducir drásticamente las emisiones de carbono y aumentar la seguridad alimentaria en todo el mundo.

A pesar de la creciente visualización del veganismo, y a pesar del activismo continuo de los movimientos ambientales, la cantidad de personas que no comen productos de origen animal sigue siendo baja, mostrando pocos cambios desde mediados de la década de 1990. La carne cultivada puede ser una excelente solución para aquellos que no quieren renunciar a la carne pero quieren cambiar el mundo.

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