Trabajando mano a mano con las comunidades beduinas de Jordania, un proyecto de turismo sostenible está ayudando a la vez a la conservación de la naturaleza y a las mujeres locales.
Creada por un grupo de cazadores en 1966 tras observar la reducción del número de especies autóctonas de Jordania, la Royal Society for the Conservation of Nature es ahora una de las mayores organizaciones que trabajan para la protección del medio ambiente en el país, gracias a sus estrategias revolucionarias.
Al trabajar directamente con las aldeas locales y las comunidades beduinas, su marca Wild Jordan ofrece medios de vida alternativos y sostenibles para las comunidades más pobres a través de la creación de artesanía y otros productos.
Siempre comprometida con el desarrollo del turismo sostenible, esta organización independiente se dedica a proteger los recursos naturales del país, trabajando para desarrollar proyectos que integren la protección ambiental con el desarrollo socioeconómico de la población que vive dentro o alrededor de diez reservas naturales de Jordania.
Cada proyecto de Wild Jordan tiene un fuerte enfoque medioambiental, siguiendo una estricta política relacionada con el consumo de agua, la eficiencia energética y el reciclaje para reducir el consumo de recursos. Para generar ingresos, disponen de diferentes instalaciones turísticas, como ecoalbergues y campings, y organizan recorridos en las reservas naturales, además de contar con pequeñas empresas de artesanía, todo ello basado en la belleza natural y en la vida silvestre de las reservas para generar oportunidades de empleo.
Con el ecoturismo y la artesanía están creando puestos de trabajo para cientos de personas. En los talleres se crean productos típicos artesanales como joyería de plata, aceite de oliva, jabón, mermeladas, bordados, cerámica, infusiones y productos de cuero. Los productos se venden en el Wild Jordan Center, contribuyendo a la mejora del día a día de más de 60 mujeres locales. Este centro es conocido como uno de los mejores lugares de Amán donde encontrar recuerdos.
Ghaziah Hamad, de 45 años, ha estado trabajando para la RSCN desde 1998 como empleada de producción en el taller de frutos secos de la Dana Biosphere Reserve. Madre de una niña de dos años llamada Leen, le encanta que la conozcan como “Um Leen” (madre de Leen): “Estoy orgullosa de haber podido mantener económicamente a mi familia a través de mi trabajo”.
Samiah Al explica que trabajar en el taller de joyería de la Reserva de la Biosfera de Dana ha mejorado el nivel de vida de su familia y eso le permite educar a sus hijos. También conocida como “Um Bashar” en honor al mayor de sus cuatro hijos, esta artesana de 40 años ha estado manipulando cobre, plata y bronce para crear joyas exclusivas para el Wild Jordan desde hace 14 años.
Aunque Samiah tuvo que enfrentarse a la desaprobación de sus hermanos por trabajar fuera de casa, sus padres la apoyaron: “Tengo un salario mensual fijo y esto me ha ayudado a mantenerme a mí y a mi familia. Tener el control de mis propios recursos financieros me da independencia”.
En su corta pero rica historia, RSCN ha establecido diez áreas protegidas que cubren más de 1.200 kilómetros cuadrados y comprenden flora silvestre, fauna y otros recursos naturales, al tiempo que incluyen algunos de los mejores paisajes del país. La cría en cautiverio y la reintroducción en el desierto de la gacela, la cabra montés y el magnífico oryx de Arabia, en peligro de extinción, se considera un gesto pionero que además ha ayudado a controlar la caza ilegal para preservar la fauna local.
Las áreas protegidas ya no están restringidas a los más privilegiados y ahora son un pilar principal para el desarrollo y la integración rural. El espíritu empresarial ambiental de la RSCN, combinado con una filosofía centrada en las personas, ha hecho disminuir su necesidad de apoyo financiero del gobierno y ha favorecido que cada vez más gente apueste por la conservación.
La RSCN también está ofreciendo formación para profesionales ambientales y otras instituciones en Jordania y el Medio Oriente en un intento de compartir su experiencia y empoderar a otros para que se unan a la protección de la naturaleza. Además, ha establecido más de mil Clubes de Conservación de la Naturaleza en las escuelas para concienciar a los niños sobre los problemas ambientales, involucrándolos en actividades prácticas y en proyectos de conservación.
AcciónAtlas: Descubre cómo ayudar.