Argentina (Buenos Aires)
Revertir la extinción de especies es el desafío más importante de nuestro tiempo, y Rewilding Argentina se ha comprometido a responder con fuerza al desafío.
Argentina es el octavo país más grande del mundo, con una variedad de hábitats extraordinariamente amplia: sabanas onduladas y estepas templadas, pasando por selvas tropicales al norte y la Antártida cubierta de hielo al sur. A lo largo de su vasta extensión, playas y humedales tocan el océano Atlántico sur. Estas grandes áreas de biodiversidad están escasamente pobladas y la tierra privada se dona cada vez más al bien establecido sistema de parques nacionales, una oportunidad esperanzadora para la restauración de ecosistemas.
“Hay diferencias en los biomas, pero también hay diferencias en las sociedades. La sociedad argentina del norte es muy diferente a la del sur, y las formas en las que interactúan con la naturaleza también son muy diferentes.” Sebastián Di Martino
Sin embargo, los paisajes terrestres y marinos argentinos están bastante degradados. Hablando del Proyecto Iberá en el noreste de Argentina, Sebastián Di Martino explica: “No es solo que estamos perdiendo especies, estamos perdiendo las interacciones ecológicas. Un bosque no puede existir sin las especies que esparcen los frutos”. Después de siglos de caza y captura de la fauna salvaje, las personas, como los mamíferos de los que se alimentaban, se habían ido. Di Martino, que es director de conservación de Rewilding Argentina, dice que “era un ambiente vacío, un escenario sin actores”.
“Lo fundamental es tener equipos en el territorio, la conservación se hace en el territorio, no desde una oficina. La conservación es política y no hay nada más político que el territorio.”
El Parque Nacional Iberá fue un lugar pionero para Rewilding Argentina. En 1997, el equipo se propuso restaurar la zona como un ecosistema funcional y comenzó a reintroducir especies que se habían extinguido localmente y a traer de vuelta a los animales. George Monbiot, el escritor de naturaleza, activista ambiental y autor de ‘Feral’, describe así el proceso de resilvestración:
“Resilvestrar significa la restauración masiva de ecosistemas dañados. Implica dejar que los árboles regresen a lugares de los que han sido despojados, permitiendo que partes del lecho marino se recuperen de la pesca de arrastre y el dragado, permitiendo que los ríos fluyan libremente de nuevo. Sobre todo, significa recuperar especies desaparecidas.”
Jaguares, nutrias gigantes, osos hormigueros, tapires y guacamayos rojos son solo algunas de las especies que se han reintroducido en los Esteros del Iberá, ya sea mediante rehabilitación y liberación o mediante transferencia desde otros ecosistemas más estables.
“Es importante que mientras recuperamos la vida silvestre, también nos aseguremos de recuperar la cultura, el orgullo y la identidad local.”
Son las comunidades locales las que han conocido estas tierras por más tiempo, su trabajo restaurador es ahora una parte integral de este ecosistema. El fortalecimiento de los lazos positivos entre la comunidad y el medio ambiente puede ayudar a que los hábitats se mantengan más saludables y las comunidades vuelvan a prosperar. El impacto positivo en las comunidades se expresa mejor “por la cantidad de jóvenes que quieren quedarse, apostar por este lugar que llaman hogar”, según la directora ejecutiva Sofía Heinonen.
“Hay historias y recuerdos que cantaban los abuelos, un buen ejemplo en el Ibará se puede encontrar en la tradición de la música folclórica llamada Chamamé. Ahora hay cantantes y compositores que, de regreso en el territorio, han comenzado a componer canciones o poemas sobre el regreso del Jaguar.”
El proyecto de los Esteros del Iberá ha demostrado que una ecología regenerativa también puede significar una economía regenerativa. El futuro de los ecosistemas saludables está ligado y depende de la capacidad de las comunidades para encontrar nuevas formas de vida en el medio ambiente. Se habían establecido “puertas” comunitarias en las áreas de restauración. Estos atractivos destinos invitarían a los turistas a explorar los “circuitos” de los parques. Ya no se exportarían pieles y plumas exóticas, se importarían turistas.
“En la Patagonia hay una mentalidad colonizadora, es una mentalidad de llegar y dominar la naturaleza, la naturaleza es como un obstáculo para la producción, hay poco folclore en relación a la naturaleza. Por otro lado, en el norte, de donde soy, existe una conexión más cercana con la vida silvestre, hay un vínculo más humano, hay más tradición indígena.”
Rewilding Argentina se ha basado en el trabajo y el legado de Kristine Tompkins y Douglas Tompkins, ambos empresarios, filántropos y conservacionistas estadounidenses conocidos por empresas como The North Face, Esprit y Patagonia. Desde que formaron el Conservation Land Trust en 1992 y compraron sus primeras tierras en Iberá en 1997, su trabajo en Argentina les ha llevado a adquirir y donar más de un millón de acres para crear parques nacionales, proteger 2,47 millones de acres de tierra y preservar 100.000 kilómetros cuadrados de océano. Tras fusionar varias organizaciones en 2019, Tomkins Conservation es el legado de su trabajo conjunto tanto en Chile como en Argentina, mientras que la Fundación Rewilding Argentina se formó en 2010 para continuar con sus proyectos argentinos.
La Fundación Rewilding Argentina trabaja con ONG y con el Gobierno argentino en la “producción de naturaleza” con equipos multidisciplinarios locales. Pasar de la “conservación” a la “producción” ha sido un cambio clave en el pensamiento y ha unido a los sectores público y privado para la expansión de ocho parques nacionales que abarcan hábitats y zonas climáticas de gran biodiversidad. Esta visión inclusiva y unificada ha evolucionado durante treinta años e involucra a innumerables socios y aliados en todo el país.
“Un buen ejemplo es la producción de la naturaleza en Iberá. Las comunidades locales están muy involucradas con el parque y la vida silvestre. Y la economía se mueve basada en el ecoturismo y la observación de la vida silvestre. Es la recuperación del conocimiento tradicional, en este caso de recetas locales que se ofrecen a las personas que vienen a ver la fauna.”
Rewinding Argentina está respondiendo a la crisis de extinción creando economías locales impulsadas por la ecología. Para que los asentamientos humanos coexistan en un paisaje de flora y fauna, los medios de vida y las economías que los sustentan deben ser tan fructíferos y regenerativos como la flora y la fauna.
Responsable del proyecto
Sofía Heinonen, Executive Director
Colaboradores
Este proyecto ha sido seleccionado como parte de NatureFutures, un nuevo canal de contenido que muestra las innovaciones en biodiversidad y ciencia ciudadana y a los biólogos, ingenieros, expertos y voluntarios que hay detrás de ellas. Atlas of the Future se complace en asociarse con la Generalitat de Catalunya en la creación de este canal.
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