“El estilo de vida campesino es una de las cosas más valiosas de este planeta y que mejor nos puede guiar sobre como encarar el futuro”

En el modelo agroalimentario del Reino Unido, como en el de otros muchos países occidentales, la industria y las grandes cadenas de supermercados tienen mucho poder y, desgraciadamente, los campesinos tienen muy poco. A pesar de esto, una comunidad de pequeños productores está desafiando lo statu quo y, en medio de la alarma mediática y social por el cambio climático, la agroecología va cogiendo fuerza. 

Jyoti Fernandes es una de estas pequeñas campesinas que encabeza el movimiento. Vive en una granja a Dorset, en el suroeste del Reino Unido. Allá tiene vacas, cabras, cerdos y gallinas; cultiva frutas y verduras; produce zumos de fruta, mermeladas, queso y sidra, entre otras cosas; hace de carnicera e incluso prepara càterings. Y por si esto no fuera poco, todavía tiene tiempo de reunirse con los políticos de su país o ir al Parlamento Europeo para discutir políticas alimentarias.

Jyoti es una de las fundadoras de Landworkers’ Alliance, un sindicato formado por campesinos y otros pequeños productores del Reino Unido, que trabaja para impulsar prácticas más justas y sostenibles. 

La demanda creciente de agroecología se ha extendido en buena parte del mundo. De hecho, Landworkers’ Alliance es miembro de La Vía Campesina, un movimiento internacional que representa además de 200 millones de campesinos de 81 países, constituido el 1993 para “defender la agricultura de los pequeños campesinos como una forma de garantizar la soberanía alimentaria y promover la justicia y la dignidad social”. El movimiento se opone firmemente a la agricultura industrial, que considera “destruye las relaciones sociales y la naturaleza”.

Tanto La Vía Campesina como Landworkers’ Alliance quieren dar herramientas a una nueva generación de campesinos de todo el mundo porque obtengan competencias y compartan conocimientos: desde la conservación de semillas hasta la alimentación del rebaño, pasando por la gestión del agua o la venta directa. El objetivo es que estos pequeños productores sean solventes económicamente y, por lo tanto, que la agricultura sostenible tenga futuro. En la actualidad ambas entidades trabajan conjuntamente para conseguir que los gobiernos legislen sobre el Derecho humano a la Alimentación, que otorgaría ayudas económicas a la producción local y a la compra de terrenos y regularía el uso de agroquímicos.

Jyoti está convencida que, a pesar de las dificultades, los pequeños campesinos son el futuro: “Durante mucho de tiempo, los políticos nos han marginado, pero a diario veo como estamos influyendo en la manera de entender la agricultura de las personas con poder”. En noviembre de 2018 Landworkers’ Alliance y La Vía Campesina consiguieron un hito sin precedentes: las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Internacional sobre los Derechos de los Campesinos, una medida histórica para proteger las comunidades rurales en todo el mundo.

“Estamos delante de una posible extinción masiva de muchas de las especies de este planeta tan abundante y, por lo tanto, es urgente que creemos un sistema que regenere la tierra y que también nos permita producir todos los alimentos nutritivos que necesitemos”, afirma Jyoti. “El estilo de vida campesino es una de las cosas más valiosas de este planeta y que mejor nos puede guiar sobre como encarar el futuro”.

? EventoAtlas ► Jyoti Fernandes habló en el Fixing the future 2019 de Barcelona.

AcciónAtlas: Únete a alguna organización local que forme parte de La Vía Campesina o a alguno otro movimiento que tenga como objetivo mejorar el sistema agroalimentario actual.

Escritor independiente