Si el amenazado galápago europeo aún sobrevive en Cataluña es gracias a la Fundació Emys, que se ha dedicado a restaurar y recuperar los espacios naturales donde vive.

Si quisieras salvar una especie amenazada, por dónde empezarías? Los amigos de la Fundació Emys empezaron preservando su hogar. El galápago europeo (Emys orbicularis) es una especie autóctona de las zonas húmedas de Cataluña que se encontraba en grave peligro de extinción debido a la pérdida de hábitats, provocada por la sequía y el cambio climático, pero también por el uso intensivo de pesticidas en agricultura. Así que decidieron recuperar varias balsas que se habían secado e, incluso, construir balsas de nueva creación para que las tortugas encontraran un lugar ideal donde vivir. Gracias a diversas acciones llevadas a cabo en los últimos 30 años, la población de galápagos europeos de la llanura de la Selva (la zona donde la fundación trabaja) es hoy la mejor conservada, madura y estable del noreste de la península Ibérica.

Pero desde la Fundació Emys no emprendieron solos la restauración de los hábitats. “Nosotros trabajamos en custodia del territorio”, nos cuenta Ivette Casadevall, responsable de comunicación de la fundación. “Llegamos a acuerdos voluntarios con propietarios forestales o agrícolas, y los asesoramos en la gestión de sus fincas para que sean lo más respetuosas posible con la naturaleza.” En el ámbito forestal, recuperan zonas húmedas de las fincas de propietarios en custodia, sobre todo creando balsas, y también ayudan a retirar especies exóticas y a revegetar con flora autóctona (especialmente en bosques de ribera). En el ámbito agrícola, asesoran a los productores para que produzcan bajo criterios de agricultura de Alto Valor Natural, y así hacer compatible la explotación agrícola con la conservación de la naturaleza y el fomento de la biodiversidad.

Todo comenzó en 1987, cuando un grupo de jóvenes de Riudarenes asistió a una charla donde descubrieron que en su municipio había una población de galápagos europeos en una situación muy vulnerable. Entonces crearon la asociación ADEPA, con el objetivo de conservar los puntos de agua donde se había detectado la presencia de esta especie amenazada. La entidad fue creciendo hasta que, en 2003, se convirtió en la actual Fundació Emys. Pero aunque su primer objetivo fue la protección de las tortugas, la fundación trabaja hoy en la conservación de la naturaleza en diversas áreas, promoviendo el estudio, gestión, conservación y divulgación del patrimonio natural y cultural mediante la custodia del territorio, con especial énfasis en las zonas húmedas. En palabras de Ivette, “trabajamos holísticamente en diversos ámbitos para asumir la conservación desde la investigación, la conservación y la gestión de espacios, pero no la entendemos sin tener en cuenta la educación ambiental y la sensibilización en todas direcciones”.

Entre sus tareas de educación ambiental está la Escuela de Naturalistas, un espacio de aprendizaje para niños que también han transformado en curso formativo para adultos, y periódicamente organizan acciones de voluntariado y hacen llamamientos públicos para que quien quiera echar una mano pueda ayudarles. Además, mantienen una colaboración estrecha con el grupo de investigación de ecología acuática de la Universidad de Girona (UdG) y acogen estudiantes de prácticas de varias universidades.

Este 2021 afrontan proyectos estimulantes como la gestión del Estany de Sils a través de un convenio de custodia fluvial, un espacio que se encontraba muy degradado y que están recuperando a buen ritmo. También trabajan en un proyecto europeo Erasmus +, llamado ‘Resifarms’, que consiste en crear un ‘toolkit’ o conjunto de herramientas para agricultores sobre agricultura sostenible y sus beneficios. Además, asesoran a diversos espacios naturales con problemas de sobre-frecuentación (como las pozas de Les Planes d’Hostoles), sobre todo desde la perspectiva de su conservación y la compatibilización de su uso público, principalmente a través de la comunicación.

Ivette afirma: “Queremos ser un agente que promueva la conservación a largo plazo, la gestión sostenible y la concienciación ambiental con la implicación de otros agentes y actores territoriales. Queremos crear una red en el territorio y también intercambiar y exportar conocimientos a otros territorios.”.

AcciónAtlas: Cualquier tipo de implicación es bienvenida, desde formar parte del cuerpo de voluntariado hasta hacer un donativo o apadrinar una tortuga. Consulta todas las opciones en la web de la Fundació Emys.