Imagina la escena: estás en el Ártico ruso y, de repente, ves a una mujer alta y rubia que desciende del cielo con un motor gigante a la espalda. ¿Te sorprenderías? Probablemente. ¿Desearías ayudarla? Según Sacha Dench, conocida como “el cisne humano”, ¡seguro que sí!

Esta conservacionista de renombre mundial, embajadora de la ONU para las especies migratorias y gran aviadora voló desde la Rusia ártica hasta el Reino Unido siguiendo la migración del cisne de Bewick en 2016 y, en el camino, unió fuerzas con las comunidades locales para proteger a los cisnes. El enorme éxito de su expedición la llevó a crear Conservation Without Borders (CWB), una ONG que aprovecha el poder de las imágenes inspiradoras y la narración de historias para impulsar el cambio global.

CWB cree en el poder de la gente. Trabajan en estrecha colaboración con las comunidades sobre el terreno para proteger a las especies migratorias en peligro de extinción y amplificar voces nunca antes escuchadas. Involucrando activamente a los lugareños en sus expediciones, la ONG les ofrece el conocimiento y las herramientas para convertirse en parte de una solución colectiva y transfronteriza. Sacha señala: “encendemos la llama y luego dejamos que la gente local avive el fuego”.

Sacha volando sobre el océano. Foto: Dan Burton

El concepto “sin fronteras” es crucial para CWB: las especies migratorias conectan diferentes territorios y, por lo tanto, comunidades. Eso provoca discusiones transnacionales. “Hablar de especies migratorias conecta a las personas. Reúne a comunidades diversas de todo el mundo y te permite hablar sobre temas globales a través de los ojos de los animales, lo que creo que tiene algo de magia”, nos dice Sacha.

Y los resultados hablan por sí mismos. En Estonia, CWB se unió a una comunidad donde los cisnes chocaban contra las líneas eléctricas y la compañía eléctrica prometió ocultar toda su red bajo tierra. En Polonia, un grupo de propietarios de piscifactorías ahora retrasa el drenaje de sus estanques de peces todos los años para asegurarse de que los humedales de los cisnes permanezcan vivos. Es tan simple como dar a la gente la oportunidad de hacer algo: “La gente de todo el mundo quiere que las especies continúen. Quieren ser parte de la solución. Pero nunca los hemos implicado de manera adecuada”, destaca Sacha.

Llamando la atención de la gente con sus atrevidas expediciones, CWB también está impulsando el debate social sobre nuestra relación con la naturaleza. En lugar de limitar la conservación de la naturaleza a los espacios protegidos, su objetivo es “desempaquetar” la naturaleza: “Es hora de difundir el mensaje de que la naturaleza está en todas partes: debemos aceptar la naturaleza y la vida salvaje que necesita”, dice Sacha.

Con su desafío global 2030 en marcha, CWB tiene la intención de realizar una serie de expediciones alrededor del mundo en la próxima década siguiendo a especies migratorias. Utilizarán las historias y las imágenes que recopilen para influir en los principales tomadores de decisiones, así como en las principales empresas responsables del uso de recursos de la humanidad. En última instancia, CWB quiere que las organizaciones y los gobiernos asuman la responsabilidad de reparar la naturaleza ahora, en lugar de dejarla perder hasta que sea demasiado tarde. Sacha señala: “Tenemos hasta 2030 para lograr algunos cambios bastante radicales […] Queremos mostrarle al mundo la realidad de lo que realmente está sucediendo y conectar diferentes países de manera emocionante e imposible de ignorar”.

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