Cataluña (Barcelona)
Imagina ser capaz de hacer casi cualquier cosa. Pues bien, tu puedes.
De eso trata la iniciativa global ‘Fab’: un equipo creativo de pioneros y creadores que quieren cambiarlo todo. Y lo están haciendo en más de una ciudad a la vez.
Hoy en día, hay más personas que viven en ciudades y áreas metropolitanas, por lo que es importante que sean más ecológicas. Fab City tiene como objetivo construir colectivamente un nuevo mundo, más sostenible y habitable, a través de la apertura de espacios públicos de fabricación digital en los corazones de las ciudades y pueblos. La idea es poder proporcionar a los ciudadanos todos los recursos que necesitan sin comprometer los ecosistemas del planeta.
Tomás Diez es miembro fundador e impulsor de esta iniciativa con sede en Barcelona y Bali. Siente pasión por cambiar la forma en que las ciudades consumen y producen recursos, como la energía, los alimentos, el agua o la información, y quiere crear un futuro urbano accesible, inclusivo y de código abierto. “Vengo de un país que importa más del 76% de los recursos que consume, y que tiene una economía basada en el petróleo, que supone el 96% de las exportaciones. Ese país es Venezuela, y es la antítesis de lo que Fab City está tratando de construir.”
“Hoy en día, miles de personas están haciendo la transición de una economía ‘extractiva’ a una ‘regenerativa’, al ofrecerles acceso a los medios de producción. Puede sonar comunista, pero está lejos de cualquier dogma anterior jamás inventado por ningún humano.”
Fab City comenzó en 2014 estableciendo la idea de una hoja de ruta de 40 años que comenzaría en Barcelona. El alcalde de la ciudad desafió a otros líderes del mundo a desarrollar un nuevo modelo urbano: ciudades que produzcan todo lo que consumen, mientras comparten conocimientos a nivel mundial.
Hogar de uno de los laboratorios líderes de la red mundial de Fab Labs, el Fab Lab Barcelona ha ayudado durante la última década a personas de todo el mundo a conceptualizar, diseñar, desarrollar y fabricar localmente, poniendo el foco en tecnologías que verdaderamente cambian el mundo. Con sede en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC), el centro combina innovación, participación, fabricación digital, tecnología y creación.
Entonces, ¿qué es exactamente un Fab Lab?
fab lab
“Un laboratorio de fabricación local que tiene como objetivo democratizar el acceso a la invención personal y colaborativa utilizando tecnologías digitales que permiten hacer casi cualquier cosa.”
Fab Labs comenzó como un programa de divulgación en el Centre for Bits and Atoms del MIT y desde entonces se ha convertido en una red global. Hace diez años había diez laboratorios en todo el mundo y hoy hay 1.300 y subiendo, desde Bolivia hasta Etiopía. Utilizando la fabricación digital como foco principal, promueve la idea de la fabricación distribuida. Los diseños se pueden enviar al otro lado del planeta y, utilizando máquinas CNC, cortadoras láser, impresoras 3D y otras herramientas simples, los usuarios pueden crear casi cualquier objeto, grande o pequeño.
Los Fab Labs y los ‘makerspaces’ no van solo de tecnología, sino también de nuestro cambio cultural de consumidores pasivos de contenido y productos a creadores. “Puede que lo bueno no siempre sea lo obvio”, añade Tomás, “pero la verdad es que cada vez hay más personas comprometidas en cambiar las cosas, asumiendo un papel constructivo y contribuyendo con su tiempo y conocimiento. Tenemos que entender que somos catalizadores de este cambio.”
Tomás enfatiza que es importante saber que no hay un solo fundador de Fab City. “Esto no se basa en el heroísmo individual, sino en una colaboración global.” Juntos, Fab Lab Barcelona, IAAC, el CBA del MIT y la Fundación Fab están ensamblando ecosistemas productivos en los barrios, para que los habitantes de todo el mundo puedan compartir conocimientos, resolviendo problemas con materiales y experiencia locales, estableciendo nuevos negocios y esquemas educativos y transformándonos de consumidores a productores.
38 ciudades se han unido a la Iniciativa Global Fab City, incluidas Detroit, Shenzhen y Linz, además del Reino de Bután, el único país que tiene un “índice de felicidad” para sus ciudadanos. “No solo se están uniendo ciudades, sino también países y regiones.”
Hoy en día son lugares productivos donde también se reciclan materiales y se satisfacen las necesidades locales a través de la inventiva local. Los desarrollos incluyen desde la fabricación digital hasta la impresión 3D, pasando por redes inteligentes que fomentan las energías renovables, tecnologías de vehículos eléctricos o permacultura urbana.
“Preparas tu cena en tu cocina todos los días con herramientas”, dice Jon Minchin, Coordinador del mágico Green Fab Lab en Valldaura. “En el futuro, no solo tendrás una cocina, sino una sala de fabricación. Escanea tu pie y podrás crear un zapato exactamente según tus características. Esto es lo que llamamos la ‘Tercera Revolución Industrial’, donde cualquier lugar puede convertirse en una fábrica.” Valldaura es un lugar donde se prueban tecnologías que luego se pueden aplicar en Barcelona y otras ciudades… Nos gusta llamarlo el “lugar más allá de los pinos”.
En su libro ‘La ciudad autosuficiente’, el ex-arquitecto jefe de Barcelona Vicente Guallart desarrolla la idea de que estamos transitando hacia la información pública y el desarrollo de nuevas herramientas de producción que redefinirán y remodelarán nuestra realidad: “La regeneración de las ciudades tras el modelo de autosuficiencia conectada solo puede ser significativo si a las personas se les permite tener más control sobre sus propias vidas y más poder como miembros de una red social”. Si tiene éxito, esto podría tener efectos sociales y económicos más amplios, como el surgimiento de una nueva vía para salir del desempleo.
Pero, ¿cómo saber lo cerca que está una ciudad de garantizar oportunidades, para que los ciudadanos puedan ser dueños de su propio destino? En 2017, el Fab Lab lanzó Fab City Dashboard, donde los ciudadanos, los líderes cívicos, los laboratorios de fabricación digital y los creadores pueden valorar la resiliencia y la autosuficiencia existentes en sus ciudades y cómo están teniendo un impacto en ellas. Su “Índice de resiliencia de la ciudad” se basa en los índices de bienestar desarrollados por la OCDE, utilizando datos del Banco Mundial y fablabs.io.
Este proyecto no solo intenta alcanzar una visión muy ambiciosa, sino que la hace viable. En la Fab City Summit celebrada en París en julio de 2018, más de 1.000 personas de gobiernos municipales, industrias y ecosistemas de innovación del mundo se reunieron para iniciar una nueva fase: la creación de la Fab City Foundation para cuidar y apoyar la misión del proyecto. Se estableció por completo en enero de 2020.
También lanzaron el primer libro sobre el proyecto, en colaboración con la Unión Europea, Naciones Unidas y el Ayuntamiento de Barcelona. Presenta una llamada a la acción para que las personas y las comunidades convenzan a sus gobiernos de que formen parte de la Red Global de Fab City a fin de empezar a producir cambios. (Su segundo libro, DESIGN REMIX SHARE REPEAT, fue editado por la editora fundadora de Atlas of the Future, Lisa Goldapple)
Como sucedió con tantas personas, en 2020 la comunidad de Fab City se vio inmersa en la llamada a producir equipos de protección personal para los sanitarios durante el primer impacto de la pandemia. Muchas historias surgieron de la red, incluidas respuestas de laboratorios y espacios de fabricación.
Esto llevó a ‘Viral Design’, un libro que tiene como objetivo visualizar las experiencias de diseñadores y creadores en toda Europa y en todo el mundo durante la pandemia de COVID-19.
Ahora planean desarrollar y probar Fab City Full Stack, una estrategia para la implementación de la agenda de Fab City. Tomás está muy entusiasmado con la posibilidad de “desmontar el modelo económico y político actual. ¡Veamos si podemos hacerlo!”.
AcciónAtlas: Encuentra más información sobre las ciudades del “hágalo usted mismo” y consulta este fabuloso Top 9.
Responsable del proyecto
Tomás Diez, representante del Fab City Collective
Colaboradores
Este proyecto ha sido seleccionado como parte de CultureFutures, un nuevo proyecto narrativo que cartografía proyectos creativos y culturales con una misión social (y da a conocer a los artistas, colectivos y empresarios que lo hacen posible).
Atlas of the Future tiene el placer de aunar esfuerzos con el Institute of Creative and Cultural Entrepreneurship de Goldsmith y el British Council Creative Economy.
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