China (Pekín)
Tras décadas escondidos bajo tierra, la comunidad ‘queer’ de China depende de un pequeño grupo de voluntarios que les acerca las películas que el gobierno no quiere que vean.
Queer as Folk (QAF), o 同志亦凡人中文站, es el lugar al que acudir para consultar contenido LGBTIQ en China: un sitio donde es posible acceder a medios ‘queer’ extranjeros y, a la vez, un centro de intercambio y apoyo en un país donde las personas LGBTIQ todavía son discriminadas.
En 1994, la Administración Estatal de Radio y Televisión de China, entonces llamada Ministerio de Radio, Cine y Televisión, comenzó a permitir la entrada de un número limitado de películas extranjeras al país. Pero la mayoría de las películas extranjeras no podían proyectarse en China, así que muchos cinéfilos chinos recurrieron a Internet en busca de copias pirateadas.
Surgieron colectivos de voluntarios no remunerados que escribían subtítulos en chino para las películas y series extranjeras. En su apogeo, los grupos de ‘fan subbing’ tenían millones de seguidores en el sitio web chino de microblogging Weibo. El grupo de voluntarios Queer as Folk nació de este movimiento, pero a diferencia de los demás, su página presentaba casi exclusivamente traducciones de películas y programas de televisión con temas LGBTIQ.
QAF, que se asemeja a un cruce entre Reddit y un antiguo chat de Internet, comenzó en 2004 como un lugar de encuentro para los fanáticos chinos de la exitosa serie norteamericana Queer as Folk y se convirtió en un foro de recursos cinematográficos LGBTIQ. Cuatro años después de su lanzamiento, el sitio viró hacia la subtitulación.
En este momento, hay alrededor de 120 voluntarios y dos tercios trabajan en traducción. Esto funciona como una línea de montaje: una persona traduce, otra sincroniza y otras se encargan del diseño gráfico y la inserción de subtítulos.
Desde 2008, equipos coordinados de voluntarios han traducido más de mil películas y series de televisión para QAF, desde importantes producciones de estudio en inglés hasta cortometrajes en hebreo y vietnamita. Las películas completas, con subtítulos coloridos incrustados, están disponibles para su descarga en el foro. Hoy, el sitio tiene más de 700.000 usuarios registrados, 60.000 seguidores en su cuenta pública de WeChat y cerca de 1.000 usuarios activos diarios.
En el foro, los usuarios pueden discutir libremente sobre noticias, como el proyecto de ley de Tailandia para legalizar las uniones entre personas del mismo sexo, y compartir experiencias personales, como querer huir de unos padres homófobos.
Como las personas ‘queer’ rara vez están representadas en los principales medios de comunicación chinos, QAF ha mostrado a toda una generación de personas LGBTIQ cómo puede ser la vida en otras sociedades y les ha enseñado cómo luchar por sus propios derechos.
Todos los sitios de ‘fan subbing’ de China tienen que mantener un equilibrio cuidadoso entre ampliar su audiencia y no llamar la atención de las autoridades, que podrían llevarlos a los tribunales por infracción de derechos de autor. China es el mercado cinematográfico de más rápido crecimiento del mundo y es un importante destino para las películas europeas y estadounidenses: algunas producciones de Hollywood han recaudado cuatro veces más en China que en los Estados Unidos.
Aún así, la piratería ha florecido gracias al sistema de cuotas de la Administración Estatal de Radio y Televisión, que permite la entrada de unas 40 películas extranjeras en los cines chinos cada año. A principios de la década de 2000, eran unas 20.
Aunque QAF ha logrado evitar las leyes relacionadas con los derechos de autor, el sitio afronta un riesgo adicional porque su contenido a menudo trata de temas sexuales y ‘queer’ que podrían desencadenar la censura. China ha adoptado lo que, en el mejor de los casos, podría describirse como un enfoque ambivalente hacia la comunidad LGBTIQ del país. Aunque el gobierno se ha opuesto abiertamente a la discriminación y a la violencia según la orientación sexual, en casa practica una política de “no alentar ni promover” la diversidad.
Atrapados en este vaivén, los administradores de QAF mantienen un perfil bajo. Pasan mucho tiempo escribiendo publicaciones en las redes sociales que no contengan ninguna de las “palabras sensibles” perseguidas por las autoridades.
QAF no sufre la presión de sus competidores y, a veces, la publicación de una película traducida puede tardar hasta dos meses. Además, la traducción nunca es una ciencia exacta.
Sin embargo, para muchos de sus miembros, la comunidad es más significativa que el producto. Si bien hay más organizaciones LGBTIQ en las ciudades chinas de primer y segundo nivel, generalmente son menos accesibles para las personas de pueblos pequeños, lo que significa que QAF puede ser el único medio de conocer a otras personas ‘queer’.
Si bien nunca ha hecho publicidad, QAF sigue siendo la fuente de medios ‘queer’ más fiable de la red china.
AcciónAtlas: Consulta más información sobre el proyecto y una entrevista con los subtituladores en Rest of World.
Responsable del proyecto
Voluntarios anónimos
Colaboradores
Este proyecto ha sido seleccionado como parte de CultureFutures, un nuevo proyecto narrativo que cartografía proyectos creativos y culturales con una misión social (y da a conocer a los artistas, colectivos y empresarios que lo hacen posible).
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