Criar insectos para incorporarlos a nuestra dieta podría ser una alternativa más sostenible y saludable a las fuentes de proteína animal convencionales. Así lo creen en LIVIN Farms, la empresa que ha desarrollado HIVE (en español, colmena), un aparato portátil para criar gusanos comestibles en casa.
Los insectos forman parte de la dieta habitual de dos mil millones de personas en todo el mundo, sobre todo en Asia, África y América Latina, y en aquellos países donde no se consumen, cada vez despiertan más interés entre chefs, expertos en sostenibilidad o seguidores de dietas alternativas, como la paleodieta. Los insectos son animales de sangre fría y eso hace que se conviertan fácilmente en masa corporal.
Con su proyecto de cría de gusanos, LIVIN farms quiere revolucionar el mundo de la alimentación y contribuir a que todo el mundo incorpore los insectos a su dieta, facilitando su cría en casa. Gracias al diseño y la tecnología, se ha conseguido un producto higiénico y estéticamente agradable. Un solo aparato produce entre 200 y 500 gramos de gusanos a la semana –una cantidad suficiente para sustituir la carne de cuatro comidas, aproximadamente– y sólo hace falta un poco de avena y restos vegetales para alimentar a los gusanos.
Que la idea cuenta con muchos seguidores lo demostraron los 830 micro-mecenas que ayudaron a financiar el proyecto a Kickstarter. La campaña consiguió 145.429 dólares, una cifra muy por encima de los 100.000 dólares que se habían fijado como objetivo.
HIVE utiliza ventiladores para mantener un microclima óptimo y reducir los olores. Los residuos que generan los gusanos, y que van a parar a los contenedores pertinentes, se pueden utilizar para abonar las plantas.
La diseñadora de HIVE, Katharina Unger, había desarrollado previamente otro aparato para criar larvas de mosca soldado negra –el galardonado Farm 432– y había trabajado en la cría de insectos en África y Hawai. Con HIVE se eligió el gusano de harina por su sabor neutro, con un ligero toque a nueces, y también porque se obtiene una producción considerable en un espacio reducido y porque ya se consumía en varios lugares del mundo.
Katharina dice que quiere empoderar a las personas para que cultiven su propia comida en casa y no dependan tanto del sistema alimentario y también hace hincapié en el impacto medioambiental de la ganadería intensiva, así como en los antibióticos utilizados y los patógenos asociados.
Artículo adaptado por Lisa Goldapple de una pieza publicada en Futures Centre.