Estados Unidos (San Diego)
Hablamos de agricultura urbana, regenerativa y de circuito cerrado: los huertos de Good Neighbor Gardens alimentan la ciudad de San Diego.
El antiguo concepto ‘aparcería’ describe un contrato relativo a las tierras agrícolas en el que un propietario requiere una parte de los cultivos producidos a cambio de que un arrendatario pueda usar esa tierra. Good Neighbor Gardens ha desarrollado un modelo utilizando el mismo término, arraigado en la idea de que las personas comparten la abundancia, no la escasez, y por elección, no por obligación. A través de la aparcería urbana, este grupo está forjando un nuevo legado a partir del antiguo concepto.
Desde 2012, Good Neighbor Gardens (o GNG) ha estado construyendo una comunidad de personas que comparten sus recursos para garantizar que todos tengan acceso a los alimentos más frescos y saludables a un precio asequible. La cofundadora Mia Vaughnes y su equipo quieren mostrar los beneficios de comer de manera estacional y promover una forma alternativa de alimentar a las familias.
Uno de sus muchos objetivos es ampliar el paladar de las personas a través del cultivo de una amplia variedad de frutas y verduras, lo que a su vez mejora su salud. Junto con los alimentos básicos, su equipo está plantando cosas como maíz arcoíris, calabaza chayote, batatas japonesas de Okinawa, amaranto, tat soi, maracuyá y otros alimentos.
El programa funciona así: los Gracious Neighbors se comprometen a convertir su patio residencial en un huerto urbano a pequeña escala y compartir los excedentes con su comunidad a través de una caja de suscripción quincenal. GNG ofrece encargarse de todo, desde la instalación hasta el mantenimiento y la cosecha, pero los propietarios de viviendas que deseen ensuciarse las manos pueden aprender a cuidar su propio huerto con más independencia. GNG simplemente pide que continúen compartiendo el excedente con los socios. “Este es el verdadero objetivo”, dice Vaughnes. “Queremos capacitar a tantas personas como podamos.” Con el tiempo, la mayoría de los propietarios terminan asumiendo una mayor responsabilidad en el huerto, a medida que se sienten más cómodos.
De hecho, la vecina Mona Sobel compartió recientemente su entusiasmo y gratitud con Vaughnes: “¡Mi huerto es increíble! El berenjenal superó el invierno y ya ha dado frutos. Las fresas son increíbles. ¡Estoy tan feliz y agradecida! Hiciste que sucediera y me diste el conocimiento que necesitaba para asumir el control.” La mayor alegría de Mia Vaughnes es poder diseñar hermosos espacios comestibles, trabajar con la tierra y ver cómo se desarrolla todo. Nos dice: “Me encantan las relaciones que he creado a lo largo de los años y los testimonios alentadores de las personas que se han beneficiado de estos huertos”.
GNG también dispone de un programa de agricultura urbana para niños y adultos, porque Vaughnes cree que todo el mundo debe tener la oportunidad de aprender a cultivar sus propios alimentos, especialmente quienes provienen de países con menos recursos. Lo que realmente distingue a GNG es su modelo de circuito cerrado. Los suscriptores pueden optar por los programas de ahorro de semillas y compostaje para que no se desperdicie absolutamente nada. “Esto es mucho más que un simple servicio de entrega de productos”, explica Vaughnes. “Es un modelo completamente nuevo que convierte los vecindarios de San Diego en centros autosuficientes de producción de alimentos.”
Vaughnes profundizó de adulta en el legado agrícola de su familia: su tatarabuelo era profesor de agricultura en la prestigiosa Lincoln University de Jefferson City, Missouri.
Al describir la importancia de su proyecto, Vaughnes cita uno de sus libros favoritos, Farming While Black de Leah Penniman: “Cuando nosotros, los negros, somos bombardeados con mensajes de que nuestro único lugar de pertenencia en la tierra es como esclavos, realizando actividades serviles peligrosas y agotadoras, es profundamente sanador aprender de nuestra verdadera y noble historia como agricultores y administradores ecológicos”.
Hasta la fecha, Good Neighbor Gardens ha instalado y mantenido más de 280 jardines en la ciudad de San Diego y ha alimentado a miles de personas a través de su programa de distribución de la cosecha. Según Vaughnes: “Creo que estamos viviendo en una sociedad desconectada y hambrienta de salud. La comida puede unirnos. Siempre ha sido la fuerza unificadora de la vida, y la comida sabe mejor cuando se comparte. Es el denominador común por el que podemos trabajar juntos, codo con codo, para regenerarnos a nosotros mismos y a nuestra comunidad”.
AcciónAtlas: Si quieres apoyar a Good Neighbor Gardens, haz un donativo en su Go Fund Me y ayúdalos a ofrecer becas para personas de escasos recursos para que participen en su programa educativo Soulful Green Practice. También puedes suscribirte a su newsletter y, si estás en San Diego, visita la web para ver cómo puedes participar en la aparcería urbana.
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Biografía
Amante de la cultura, viajera y defensora de la empatía. Suele ser sorprendida cantando en el momento menos pensado.
Responsable del proyecto
Mia Vaughnes, fundadora
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