Reino Unido (Londres)
Agriledger corrige grandes errores en la cadena de suministro. Ahora, los pequeños productores de mango de Haití pueden vender sus productos directamente en los Estados Unidos sin intermediarios. Ninguno. Cero.
Si juzgaras un libro por su portada o una empresa por su sitio web, pensarías que Agriledger son un grupo de fanáticos de la tecnología financiera que, accidentalmente, gritaron revolución después de una bebida energética de más. Nada mas lejos de la realidad. Esta innovadora iniciativa podría provocar la próxima revolución agrotecnológica. Y, cuando lo haga, cambiará las estructuras de poder actuales de manera significativa.
Antes de mirar a Haití, donde Agriledger está implementando su primera cadena de suministro agrícola transparente desde 2019, aclaremos algunos términos importantes.
La directora. La persona que está detrás de esta aventura es Genevieve Leveille, nacida en Haití. Ha trabajado para varias grandes instituciones bancarias corporativas, tiene un cinturón negro Six Sigma en mejora de procesos y le encanta la comida (“Si comes comida, estás involucrado en la agricultura”). También es vicepresidenta de techUK Distributed Ledger Technologies (o DLT, para acortar). De hecho, Leveille conoce su tecnología, pero lo que es más importante: sabe cómo darle un buen uso.
Los agricultores son, como expresa Genevieve Leveille, “los primeros empresarios”. “Y nos olvidamos”, dice ella. “Hablamos de semillas, hablamos de crecimiento”, pero nunca damos suficiente crédito a los agricultores porque las cadenas de suministro de hoy, la mayoría de las veces, los eliminan a nivel del mercado local. Pero, ¿y si eliminas al intermediario? “A la gente le gusta hablar del intermediario”, dice Leveille. “¡Oh, está ganando demasiado!” Pero es el que corre más riesgo. Tiene el riesgo de que el agricultor no vaya a cumplir, tiene el riesgo de que el otro no pague. Agrildeger cambia esta dinámica. El intermediario se convierte en un proveedor de servicios para el agricultor. Servicio: cuente mis mangos y asegúrese de que se ajusten a los estándares agrícolas de Estados Unidos. Servicio: transpórtelos a Estados Unidos y véndalos al mejor postor. Pero el mango (y el riesgo) pertenece al agricultor haitiano hasta que se venda en el supermercado estadounidense. ¿Mayor riesgo? Sí. ¿Mayor ganancia? También.
La tecnología. Cada bloque de Agriledger es un registro de transacciones. Estos libros de contabilidad digitales, o bloques, se distribuyen a lo largo de una cadena, por ejemplo, una cadena de suministro. Pongamos un escenario: un agricultor deja 500 mangos en un punto de recolección, donde se cuentan. Allí muestra su identificación y esos 500 mangos están registrados (digitalmente) a su nombre (libro mayor / bloque 1). Avanzamos hasta el final de la cadena. El consumidor escanea una etiqueta de código QR en el mango en el supermercado y, en el caso más detallado, puede saber que fue entregado desde el punto de recolección a Puerto Príncipe el 1 de mayo (libro mayor / bloque 2), que llegó a los EE. UU. una semana después (libro mayor / bloque 3), y que se vendió a su supermercado el mismo día por tantos dólares (libro mayor / bloque 4). ¿Quién también sabe todo eso? ¡El agricultor!
La transparencia. El productor de mango puede rastrear sus mangos de la misma manera que rastreamos nuestro envío de DHL, Nacex o, Dios no lo quiera, Amazon. Es por eso que Leveille lo llama “comercio claro” (que ella prefiere al comercio justo porque empodera a los agricultores y les da acceso a nuevos mercados). También prefiere el término “cadena de valor” a cadena de suministro, porque el centro es el agricultor, no el consumidor. Se añade valor a los mangos a medida que cruzan mares y fronteras. Cuando finalmente se venden en el mercado de destino, se envía un SMS al teléfono del agricultor notificándole la transacción.
La identidad. Si la información registrada en cada libro de contabilidad digital no es fiable, toda la cadena colapsa. ¿Cómo puede el agricultor confiar en que sus mangos realmente se vendieron por una cantidad x o que la mitad de ellos no se vendieron porque se dañaron durante el transporte? Los libros de contabilidad se distribuyen. Ya no existe una base de datos central que pueda ser pirateada o manipulada o cuya información pueda ser retenida por una poderosa entidad privada. Cada agricultor, proveedor, mango y caja de mango obtiene una identificación única o una etiqueta de código QR para ser procesada en cada paso (bloque) del camino. La persona con el escáner en la mano solo puede añadir datos a ese libro de contabilidad específico, y cada vez que lo hace, también se registra su identificación. Esto es lo que hace el DLT de Agriledger: proporciona la infraestructura digital para registrar información en la que el agricultor (y todos los que participan en la cadena de valor) pueden confiar. “Es una herramienta, un pilar para lograr la confianza y lograr un mundo más equitativo en el que todos puedan participar sin estar presentes”, reafirma Leveille.
El empoderamiento. Y qué haces con esos datos fiables? Por una vez, un agricultor rural (en Haití) ahora puede tomar decisiones informadas, demostrar solvencia, ir al banco y obtener un préstamo. Pero no solo el agricultor… Potencialmente, todos a lo largo de la cadena pueden tomar mejores decisiones. El código QR de la fruta podría informar al consumidor en el supermercado que el 30% del precio minorista va para el agricultor haitiano. Algún día, también podría informarles sobre su huella de carbono. Imagina poder saber que el euro extra que pagas por un mango en realidad va al productor y a una empresa de transporte neutra en carbono.
La realidad. Desde 2019 hasta hoy, Agriledger colabora con el gobierno haitiano para reclutar y educar a los productores locales de mango sobre la nueva cadena de valor que pone a su disposición, mientras resuelve problemas tecnológicos y logísticos sobre el terreno. Cada transacción debe ser digital y verificada. Sin embargo, y a pesar de la pandemia, el primer envío a Estados Unidos salió de Puerto Príncipe el 1 de mayo de 2020. A fines de junio de 2020, habían atendido a 43 agricultores y vendido 23.000 kilos de mangos, según Leveille. Enviaron 224 SMS para informar a los agricultores cuándo habían llegado sus productos a Puerto Príncipe, cuándo los cargaron en el barco y cuándo se habían vendido. La base de datos, en ese momento, había registrado a 700 nuevos agricultores interesados y Agriledger estaba buscando aumentar ese número en un 20% cada mes. Y hay más buenas noticias: los agricultores participantes ganaron 7,5 veces más de lo que ganaban antes, vendiendo a un intermediario.
El futuro. Cuando termine la fase de resolución de problemas, el mango haitiano DLT de Agriledger se convertirá en un código abierto, disponible para cualquiera. Consideremos su potencial. Se puede aplicar literalmente a cualquier “cadena”. Piensa en el arte, piensa en la soja, piensa en las vacunas. Leveille está pensando en la “ruta de la seda”. Le gustaría trazar un mapa de la cadena de valor desde los productores de gusanos de seda hasta las prendas que se venden en grandes almacenes. Y como muestra su historial, probablemente lo hará, más pronto que tarde.
AcciónAtlas: Como han demostrado las criptomonedas, las DLT serán importantes no solo en el contexto de la cadena de suministro. Entender mejor la tecnología empodera al usuario. Para mantenerte al día con las últimas noticias, sigue a Agriledger en Twitter.
Biografía
Organiza el equipo editorial de BCN Més, una publicación de Barcelona que se basa en el periodismo ‘slow’ e independiente.
Responsable del proyecto
Genevieve Leveille, fundadora
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