Rebecca Morris creció en Menorca y recuerda la alegría que sentía al ir a la aventura en la naturaleza de la isla. Ahora está decidida a preservar esta conexión para la próxima generación a través de la fundación Menorca Preservation.

Menorca tiene una fuerte tradición agrícola. Este sector posee aproximadamente el 75% de la tierra, pero solo aporta el tres o cuatro por ciento a la economía. Por otro lado, Menorca alberga una diversidad abrumadora de hábitats mediterráneos que acogen a especies animales y vegetales endémicas exclusivas de la isla, algunas de las cuales están en peligro de extinción. También se encuentra en una importante ruta de migración de aves entre Europa y África, lo que contribuye a la variedad de especies de aves durante todo el año.

Menorca tiene una fuerte tradición agrícola.

Fue en este entorno complejo que Ben Goldsmith decidió cofundar Menorca Preservation (MeP) en 2017. Ya había establecido Ibiza Preservation Fund y sabía por experiencia que las soluciones locales a problemas globales eran posibles. Como él dice, “si haces posible que las personas puedan ayudar a restaurar la naturaleza del lugar donde viven, es mucho más probable que sean receptivos”.

MeP se encuentra bajo el paraguas de Conservation Collective, una red de fundaciones locales que financian iniciativas de base para proteger el medio ambiente y restaurar y salvaguardar la naturaleza contra el cambio climático. La idea del colectivo es ayudar a aumentar la energía y la financiación necesarias para hacer cambios a nivel local.

Los fondos se distribuyen entre los proyectos locales a partir de tres pilares de trabajo: tierra, mar y energía.

El objetivo de MeP es recaudar fondos a nivel local e internacional de personas y empresas que tienen fuertes conexiones con la isla. Estos fondos luego se distribuyen a proyectos locales dentro de tres pilares clave de trabajo ­–tierra, mar y energía–, con el objetivo de proteger y preservar el medio ambiente de Menorca.

Después de realizar un estudio de seis meses sobre el contexto ambiental en Menorca para descubrir si había suficiente interés y apoyo para la fundación, MeP estableció un comité de donantes clave que se comprometen a unos tres años de financiamiento para hacer crecer la fundación. Desde que comenzaron en 2017, han otorgado más de 450.000 euros y han apoyado más de 60 proyectos.

Como explica Rebecca Morris, directora local de la fundación, MeP da gran importancia a las iniciativas locales. “Siempre priorizamos el apoyo a proyectos implementados a través de organizaciones locales. Si hay una iniciativa lo suficientemente grande que creemos que debería estar sucediendo y nadie más lo está haciendo, entonces quizás tomamos un papel más proactivo para intentar hacerlo nosotros. Pero sobre todo financiamos entidades locales para que crezcan y fortalezcan sus propias iniciativas”.

“Siempre priorizamos el apoyo a proyectos implementados a través de organizaciones locales.”

Ocasionalmente hay un proyecto que se origina en otro lugar, pero MeP solo lo apoya si hay un vacío local evidente. “La idea es encontrar el equilibrio entre aportar experiencia externa para cosas que no podemos hacer o no tenemos aquí”, dice Rebecca. “Pero siempre intentamos fomentar que todo sea, en la medida de lo posible, implementado o llevado a cabo por los locales, porque ahí es donde creemos que está el impacto a largo plazo”.

La agricultura sostenible es una de las áreas centrales de trabajo de MeP y es especialmente relevante en el contexto local, dado el alto uso de la tierra para la agricultura en comparación con su contribución económica. Rebecca explica que “creemos que sabemos que una transición a una agricultura más sostenible sería algo positivo, pero cómo convencer a los agricultores de que lo hagan ha sido algo que ha sido un reto y eso es algo en lo que hemos trabajado mucho a lo largo del último año”.

Sumar a gente es clave.

MeP comenzó analizando cuáles eran los obstáculos que impedían que los agricultores tradicionales locales adoptaran enfoques más sostenibles. Después de meses de investigación, encontraron que la respuesta siempre iba ligada a la falta de formación. Por ello, después de consultar con diferentes cooperativas, agricultores locales y el gobierno, MeP desarrolló un programa de formación de dos años, en colaboración con Agro Assessor.

Aunque podrían haber implementado un programa de agricultura estrictamente regenerativa, decidieron que era importante primero tener en cuenta los impedimentos para el cambio local.

“Tenía que ser algo a lo que acudieran los agricultores tradicionales”, explica Rebecca. “Hemos tenido que analizar todas las áreas de dificultad a las que se enfrentaban. Por lo tanto, en realidad, el primer módulo ha sido puramente sobre la gestión financiera en las granjas”.

MeP comenzó analizando cuáles eran los obstáculos que impedían que los agricultores tradicionales locales adoptaran enfoques más sostenibles.

Como resultado, cada uno de los cinco módulos de formación se enfoca en una gama más amplia de temas que abordan estos puntos conflictivos que impiden un cambio significativo a nivel local. MeP también ajustó los espacios y el horario para adaptarse a las rutinas de trabajo de los agricultores locales.

Hasta ahora ha habido más de 100 personas que han participado en las sesiones formativas y ha habido una tasa muy alta de personas que vuelven para más de una formación. Además, alrededor del 50% de los participantes son agricultores tradicionales. Esto ya es un buen resultado para el programa, ya que a MeP le preocupaba que la mayoría de las personas que asistieran a la formación fueran aquellas que ya estaban encaminadas hacia la agricultura sostenible.

Hasta ahora ha habido más de 100 personas que han participado en las sesiones formativas.

Esta capacidad de involucrar a una amplia gama de partes interesadas ha sido una estrategia específica de MeP. Rebecca atribuye el éxito de esta estrategia a su enfoque abierto:

“Nuestro enfoque no ha sido en absoluto señalar con el dedo a las personas. Hasta hace poco, la gran mayoría de nosotros no lo hacíamos bien. No sabíamos que lo estábamos haciendo tan mal. No nos critiquemos, seamos capaces de ver qué podemos hacer mejor juntos. Creo que esto nos ha permitido sumar a mucha más gente”.

Y es que lograr que la gente se sume es clave. Para Rebecca, la colaboración está en el centro de todo. “Creo que no podemos trabajar solos, nunca tiene sentido”, afirma. “Logramos mucho menos, por lo tanto, cada vez que veo el tipo de colaboración que buscamos y tratamos de catalizar, siento una gran alegría”.

AtlasAction: Si tenéis algo de tiempo podéis contactar con Rebecca para ser voluntarios y voluntarias de Menorca Preservation. También están abiertos a recibir ayuda para recaudar fondos y colaboraciones empresariales. Y no olvidéis seguir su trabajo en Facebook, Instagram, Twitter o YouTube.