Bogotá tiene un nuevo número de teléfono para hombres que quieren renunciar al machismo y prevenir la violencia doméstica.

La ONU tiene un nombre para ello: ‘Shadow Pandemic’. Es el aumento de los ataques violentos contra las mujeres, y en particular de los episodios de violencia doméstica, que se ha constatado en todo el mundo desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19. Es una crisis que necesita ser atendida con urgencia y Bogotá ha respondido a la llamada.

En un año en que la ciudad registró cerca de 26.000 casos de violencia soméstica, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD) –bajo la dirección de la primera alcaldesa mujer y abiertamente LGBTQIA + de Bogotá, Claudia Lopez– creó una línea directa que invita a los hombres a luchar contra la violencia de género y doméstica.

Al llamar a la Línea Calma, los hombres mayores de 18 años pueden recibir apoyo emocional inmediato y orientación psicoeducativa profesional para prevenir comportamientos nocivos y evitar la masculinidad tóxica.

La línea está abierta toda la semana y ofrece sus servicios educativos y de salud mental de forma gratuita. Las personas que llaman, encuentran un oído que escucha sin juzgar y reciben consejos sobre el manejo de las emociones y la resolución de conflictos.

Los interesados pueden optar por seguir un proceso educativo personalizado con los psicólogos de Línea Calma. En dos meses, completan hasta diez sesiones destinadas a “aprender nuevas formas de ser un hombre”.

Una encuesta confirmó que “a la mayoría de los hombres les gustaría manejar mejor sus emociones, pero no saben cómo”. Foto: Stefan Stefancik.

Al presentar la línea directa a los ciudadanos de Bogotá en diciembre de 2020, Diana Rodríguez, secretaria de Asuntos de la Mujer en la alcaldía, destacó que la ciudad ya cuenta con servicios para tratar la violencia doméstica (desde líneas telefónicas de ayuda hasta terapia y viviendas), pero estas medidas trasladan toda la responsabilidad a las víctimas.

Nicolás Montero, secretario de Cultura, Recreación y Deportes, añadió: “Los invito a dar este pequeño paso hacia el cambio sistémico […] Los hombres podemos cambiar, y eso es revolucionario”.

Una encuesta de 2020 del Observatorio de Cultura reveló que los hombres de Bogotá están interesados en acceder a herramientas preventivas. Cuando se les preguntó si buscarían ayuda antes de atacar a su pareja, más del 95% de los encuestados respondió que sí.

Sin embargo, el 76,1% también está de acuerdo en que “a la mayoría de los hombres les gustaría manejar mejor sus emociones, pero no saben cómo”, y al 69% les parece deseable “educar a sus hijos para que sean ‘hombres de verdad’”.

Para usar las palabras de Henry Murraín, Director de Cultura Ciudadana de SCRD, “los elementos culturales del machismo se pueden medir”.

Pero el cambio también se puede medir. En sus primeros seis meses de funcionamiento, Línea Calma atendió 1.139 llamadas. 636 hombres han participado en el programa de apoyo psicoeducativo y el 81% de las personas que llaman han sentido una mejora notable después de sus sesiones.

Línea Calma parece estar abriendo las vías de comunicación necesarias para que surjan nuevas masculinidades y promuevan un cambio sistémico. El 94% de las personas que llaman, dicen que recomendarían este servicio a sus semejantes.

María Cepeda Anaya, líder de Género y Diversidad de la Subsecretaría de Cultura y Conocimiento Ciudadano de la ciudad, nos dijo que la masculinidad tóxica no se puede vencer solo a nivel individual y que se necesita una transformación colectiva.

“Las mujeres no tienen la respuesta ni son responsables del cambio. Lo es toda la comunidad.”

Por eso, Línea Calma se expande ahora para convertirse en una red de iniciativas enfocadas al cambio social. El 8 de octubre de 2021, la Escuela de cuidado para hombres abrirá sus puertas y enseñará a los hombres a planchar, barrer, cocinar, reparar, mantener a sus hijos y llevar la carga mental de organizar las tareas del hogar.

Mientras tanto, se ha estrenado en YouTube una miniserie llamada ‘Calm’. En el primer episodio, cuatro amigos descubren cuánto han normalizado el comportamiento opresivo y deciden cambiar juntos.

“Aprendí que el amor no es control, es libertad […] Me siento emancipado del machismo y las reglas de género del patriarcado, aprendí que la vulnerabilidad y la tristeza no están separadas de la masculinidad […] Aprendí a comunicarme mejor con mi compañera.”

Cepeda nos describe una serie de acciones previstas a largo plazo en Bogotá: “Estaremos en los distritos, pubs, escuelas, parques y calles de la ciudad. Y un día, suficientes hombres habrán rechazado el patriarcado y la revolución cultural se habrá vuelto imparable”.

AcciónAtlas: ¿Vives en Bogotá y te sientes abrumado? Llama al 018000-423614. También puedes promover el cambio allí donde estés: habla de hombre a hombre con tus amigos y familiares y atrévete a anunciar el fin del machismo.