Expertos en el arte de la pesca sostenible y la ingeniería de ecosistemas, Ecocean aporta soluciones tecnológicas compatibles con los entornos submarinos de todo el mundo.

Las aguas costeras son esenciales para mantener la biodiversidad acuática. Como entorno seguro para los peces recién nacidos, es aquí donde muchas especies crecen antes de aventurarse en las profundidades. Pero es triste que estos ecosistemas se encuentren entre los más afectados por la actividad humana. Afortunadamente, el equipo de Ecocean se ha dedicado a proteger la biodiversidad submarina con una gran variedad de tecnologías innovadoras.

Fundada por Gilles Lecaillon en 2003, Ecocean comenzó intentando detener el daño causado por la sobrepesca en las regiones costeras. “Comenzamos tratando de cambiar la forma en que se capturan los peces con fines comerciales, ya que muchos se capturan con métodos que son muy dañinos para la biodiversidad”, nos dice Lecaillon. “Queríamos crear una revolución tecnológica en la forma en que se capturan los peces.”

Desde entonces, Ecocean ha desarrollado dos tecnologías complementarias. La primera, conocida como BioRestore, protege a los peces poslarvales capturándolos en la naturaleza y criándolos en un ambiente seguro y controlado. Sus artes de pesca patentados permiten capturar peces de manera eficiente e inofensiva, mientras que sus instalaciones de cría de peces respaldadas por la UNESCO crean un espacio para un desarrollo saludable. Dejados a su suerte, menos del 1% de los peces poslarvales sobreviven en las zonas costeras afectadas por la actividad humana. Con la ayuda de BioRestore, alrededor del 80% vive hasta la madurez completa.

Muchos de estos peces son luego devueltos a la naturaleza, cuando tienen la edad suficiente para sobrevivir por sí mismos, repoblando regiones que carecen de biodiversidad. Algunos también se ofrecen como fuente de alimento, presentando una alternativa segura y sostenible a las prácticas tradicionales de pesca.

“El objetivo es la restauración de la biodiversidad”, explica Lecaillon. “Si recogemos 100 especies de peces, repoblamos 100 especies. Así que a veces tenemos más besugo, a veces más bacalao… Algunos de estos peces no interesan a los pescadores. No les importan las damiselas, por ejemplo. Pero lo recolectamos todo y lo recuperamos todo.”

El equipo también construye e instala lo que llama BioHuts. Estos hábitats artificiales, hechos de materiales 100% reciclados, están diseñados para proporcionar un hogar a los peces y otros animales marinos donde los hábitats naturales han sido alterados por la actividad humana. “El BioHut es un vivero artificial. Cuando viajaba, observé que muchos peces jóvenes llegaban a los puertos, por ejemplo, pero sin un lugar donde refugiarse, sin fuentes diversificadas de alimentos, sin un espacio donde crecer. El BioHut es un lugar donde los peces jóvenes pueden esconderse, comer y desarrollarse. Así que ahora podemos usar marinas y puertos comerciales e instalar un ecosistema artificial que apoye la importante función ecológica de la cría de peces”, dice Lecaillon. Se han instalado alrededor de 3.500 BioHuts, en los que se han observado más de 300 especies animales.

Un aspecto importante de su tecnología es lo simple que es de usar. “No se necesita un doctorado o ser un ingeniero para utilizar estas herramientas”, nos dice Lecaillon. “Nuestras tecnologías pueden ser utilizadas por los pescadores.” Ecocean quiere poner sus tecnologías al alcance de cualquier persona, promoviendo prácticas de pesca y cría sostenibles en tantos lugares como sea posible.

Tras haber demostrado su éxito en las costas francesas, Ecocean está ampliando sus horizontes. Por un lado, el equipo ha comenzado a instalar BioHuts en zonas de agua dulce y en el centro de las ciudades, desde las lagunas alpinas hasta los canales de París. Y su compromiso con la biodiversidad va más allá de las fronteras. “Desarrollamos nuestra tecnología principalmente en el mar Mediterráneo y en Francia. Pero nos dimos cuenta de que no solo el Mediterráneo la necesita y decidimos expandirnos. La semana pasada, por ejemplo, instalamos 50 BioHuts en el puerto de Copenhage, y añadiremos 70 más a finales de agosto.” El equipo ha desarrollado proyectos en toda Europa, así como en Asia, África, América del Sur y Estados Unidos. “Porque cuantas más personas utilicen nuestras infraestructuras artificiales, mejor será para el ecosistema marino.”

Estas tecnologías también ofrecen una oportunidad vital para la investigación de la biodiversidad. Con el sistema BioRestore, el equipo de Ecocean puede vigilar de cerca los niveles de población para asegurarse de que se mantenga un equilibrio natural, mientras que BioHuts ofrece una ventana a los comportamientos y complejidades de los mundos submarinos. Como explica Lecaillon, la investigación y la educación son la clave para crear conciencia y construir un futuro mejor. Ecocean incluso ofrece talleres para niños, con la esperanza de inspirar a una nueva generación de ambientalistas. “Puedes sacar un BioHut fuera del agua, abrirlo y los niños pueden verlo, pueden tocarlo, pueden oler que hay vida. Es una herramienta muy poderosa para demostrar que lugares como los puertos son en realidad ecosistemas vivos.”

Desde que se fundó Ecocean, Lecaillon ha disfrutado viendo que la biodiversidad costera se convierte en un elemento central del debate ecológico. Y con la tecnología disponible, dice que no hay excusa para dejar que los ecosistemas submarinos queden desprotegidos. “Ahora se tiene en cuenta la biodiversidad costera, pero no era así hace 10 años. Antes, la gente probablemente sabía que estábamos dañando los ecosistemas costeros, pero no había soluciones. Ahora hay personas que se preocupan, hay soluciones y podemos hacer algo al respecto.”

AcciónAtlas: Consigue más información sobre las tecnologías de Ecocean en su web, consulta la investigación sobre el impacto de los BioHuts en los ecosistemas locales o pregunta sobre la aplicación de esta tecnología en tu ciudad.