Tienes una amiga caribeña que te revele los secretos de la cocina criolla más auténtica o un amigo libanés que te enseñe a cocinar el mejor hummus? Tal vez tu respuesta sea “No”. Entonces te gustará conocer el proyecto Diaspo, una iniciativa que te permitirá traer a casa los sabores más deliciosos del mundo. En apariencia, el concepto es simple; se trata de clases de cocina online, pero impartidas por la generación que mejor sabe: padres, madres y abuelas de diferentes países con décadas de experiencia en la cocina. Entonces, es parecido a un tutorial de YouTube? No, aquí podemos interactuar en todo momento con el cocinero. Los maestros son pacientes y siempre están dispuestos a responder preguntas de los usuarios y a repetir algún paso de la elaboración si no ha quedado claro. Como explica el fundador de Diaspo, Harish Malhi, “la razón por la que tenemos grupos pequeños es para que puedas hacer preguntas: no sólo aprendes los pasos de la receta, en realidad estás aprendiendo sobre su vida, y a través de esa conversación informal puedes desarrollar más una relación.” Así, pues, no sólo conoceremos nuevos ingredientes y las técnicas para prepararlos, sino que descubriremos trucos, anécdotas e historias vinculadas a los platos que cocinemos, lo que convierte cada clase en una experiencia enriquecedora, casi como si tuviéramos a la cocinera en nuestra propia casa.

Las clases son la parte más visible del proyecto, pero detrás hay toda una filosofía. Malhi, punjabi instalado en Reino Unido, no quería olvidar la comida de su infancia. Para las familias descendientes de inmigrantes, la comida puede ser un vínculo vital con las tierras natales y sus historias pasadas, pero no siempre es fácil recuperar ese conocimiento específico. En ocasiones, los miembros mayores de la familia han fallecido o viven al otro lado del mundo, y a menudo la generación más joven simplemente no está interesada en aprender viejas recetas. Malhi tuvo entonces la idea de crear una red comunitaria para conectar a las generaciones mayores con las más jóvenes, para que pudieran recuperar parte de su legado empezando por la comida. Para muchas culturas, la comida es muy importante porque es su forma de mostrar amor, en lugar de hacerlo con cualquier regalo material.

Harish ve muchos beneficios en el hecho de conectar a personas de varias generaciones: “Crecí con mi abuelo, que ahora tiene 93 años y continúa trabajando durante unas pocas horas al día, así que he visto cómo es de importante para esa generación tener un propósito, compromiso y conexión contínua.”

“Crecí en una cultura que tiene a los adultos mayores en muy alta estima y quise crear algo que ofreciera la belleza y los beneficios de la conexión intergeneracional”, Harish Malhi.

Entre las personas que nos enseñan a cocinar las recetas tradicionales de sus países en Diaspo encontramos a Sunita, de 60 años, nacida en Punjab, que lleva cocinando recetas del norte de la India desde muy joven, como el pollo tandori o pakora (buñuelos indios) con Masala chai. Otro maestro, Karim, tiene 63 años, nació en Libia y creció en Italia. Le encanta compartir sus conocimientos, explicando la historia del plato y sus vínculos personales con cada receta, ya sean los macarrones al pesto, el cuscús o el risotto ai funghi porcini misti. Christiane, procedente de Martinica, nos enseña a cocinar su Poulet de Colombo, un famoso pollo al curry familiar, y Facia, nacida en Líbano, nos cuenta cómo preparar hummus y baba ghannuj, entre otros platos. “Nuestra misión es permitir y capacitar a los adultos mayores para que compartan su conocimiento, cultura y sabiduría, haciendo lo que aman”, dice Harish.

En la web del proyecto podemos elegir entre varias recetas y profesores. Puedes comprar una sola clase o un grupo de clases, o incluso una tarjeta regalo para un amigo entusiasta de la gastronomía. Las clases son amenas, accesibles para todos los niveles e impartidas con entusiasmo por maestros con un claro amor por la comida. Y ahora, además, ofrecen clases para niños. “¡Muchos de nuestros alumnos habían pedido clases familiares! Es una experiencia genial y divertida para aprender mucho más que solo comida, para conectarse con sus propias culturas de las que tal vez están desconectados. Los niños realmente pueden ampliar sus horizontes a través de esta divertida experiencia gastronómica.”

“Nuestros maestros sienten pasión por la cocina y sabemos que a las personas a las que imparten nuestras clases les encanta aprender a perfeccionar un plato en particular y aprenderlo de alguien que realmente sabe”, explica Harish. “Además, todos nuestros maestros asisten a una clase de otro maestro como parte de nuestro proceso de incorporación, por lo que también tienen la oportunidad de compartir y aprender unos de otros”.

Se nota que muchos de ellos han estado alrededor de 30 años cocinando estos platos en sus casas y que ahora disfrutan compartiendo su talento y su sabiduría culinaria. Cuando te inscribes a una clase, obtienes un enlace para unirte a la sesión en vivo en Zoom con una lista de todos los ingredientes y los utensilios que vas a necesitar. Luego, a la hora prevista, hay que hacer clic en el enlace de Zoom, observar, cocinar y, sobretodo, disfrutar!

AcciónAtlas: Puedes consultar las próximas sesiones e inscribirte en la web en menos de 1 minuto.

Periodista y blogger, ha sido redactor de varias revistas de viajes, naturaleza y ciencia durante los últimos 20 años.