Un pionero del movimiento anti-pajitas de Argentina, Juani Gerardi, fundador de Bioconexión, fue muy por delante de las autoridades estatales en el objectivo de desterrar los plásticos. Preocupado por las 150 toneladas de desechos plásticos anualesen la capital, Buenos Aires, Juani, que generalmente conecta a los agricultores rurales con los chefs, recurrió en 2017 a su conocimiento y a su red agrícola para obtener una solución natural: el árbol de papaya.

La papaya es una planta perenne parecida a la palma, de un solo tronco, que crece en áreas subtropicales de la provincia noroeste de Jujuy. Los tallos demostraron tener el grosor y la resistencia necesarios para iniciar un proyecto de pajitas vegetales biodegradables: Payitas. Su impacto es de gran alcance, ya que se utilizan plantas sostenibles, creando productos biodegradables, reduciendo el daño ambiental y generando un nuevo canal de ingresos para los agricultores rurales vulnerables, con la ventaja de que las fibras de papaya no modifican el sabor de ninguna bebida.

Una vez finalizada la cosecha, los granjeros cortan los tallos a mano, luego los pelan, los lavan y dan forma a los tubos con una máquina lijadora antes de secarlos al aire libre. Hasta la fecha, Bioconexión ha fabricado 100.000 pajitas de papaya compostables, y también de bambú de tacuara, que han acompañado cócteles preparados en bares de Buenos Aires como Tres Monos y Florería Atlántico, mucho antes de que el Ayuntamiento prohibiera las pajitas de plástico en noviembre de 2019. También hay disponibles pajitas en la tienda de Bioconexión, ubicada en el Mercado de Belgrano.