¿Necesitas que cambien los sistemas? Tener la ley a tu lado ayuda.

En nuestra lucha contra la crisis climática, tenemos una oportunidad que se nos está acabando rápidamente. Si bien el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es desalentador, aún hay esperanza. Un futuro habitable y sostenible todavía es posible y, pese a que algunos impactos se consideran “irreversibles”, la naturaleza y las personas ofrecen soluciones que pueden ayudarnos a prosperar en nuestro planeta. Pero si queremos aprovechar el poder de la acción colectiva y hacer que la Tierra sea habitable para todos los que vivimos en ella, debemos repensar y remodelar nuestros sistemas actuales. Tener la ley a nuestro lado puede ayudar.

ClientEarth es una de las organizaciones medioambientales sin ánimo de lucro más ambiciosas del mundo, establecida para crear un cambio sistémico mediante el uso de la legislación para proteger la Tierra para –y con– todos sus habitantes. Su equipo de 250 personas cuenta con grandes abogados y expertos legales de todo el mundo, especializados en tratar temas como el greenwashing, la justicia climática, la lucha por un aire limpio, salvar hábitats y terminar con el uso del carbón. Desde sus oficinas en Europa, Asia y EE.UU., modelan, implementan y hacen cumplir la ley para “defender el derecho de todos y todas a un mundo saludable”.

ClientEarth tiene actualmente 168 casos activos que abordan los desafíos mediambientales más apremiantes.

Pero, ¿cómo te aseguras de que la ley proteja a las personas y al planeta? Acudes a los tribunales para hacer cumplir las leyes contra quienes dañan el medioambiente. Desde centrales de carbón hasta la deforestación, desde químicos tóxicos hasta la contaminación del aire, ClientEarth tiene actualmente 168 casos activos que abordan los desafíos medioambientales más apremiantes. La organización también lucha por el derecho de todo el mundo al acceso a la justicia: después de más de una década de batallas legales, han conseguido que cualquier ciudadano o ciudadana de la UE pueda llevar a las instituciones de la UE ante los tribunales. Y cuando no existen leyes apropiadas que aborden aspectos cruciales de la crisis, asesoran y abogan hasta que se determinan leyes mejores. Fue el caso, por ejemplo, de la sobrepesca, que ClientEarth ayudó a ilegalizar en la UE.

James Thornton, el CEO fundador de ClientEarth, afirma que podemos y debemos cambiar los sistemas actuales si queremos un futuro sostenible. Considerado por la revista New Statesman como una de las diez principales personas que podrían cambiar el mundo, James ha dedicado su vida a la lucha por la justicia ambiental y está convencido de que la herramienta más poderosa para lograr un cambio sistémico es la legislación. Afirma que:

“Sólo la legislación nivela el campo de juego entre el individuo y las fuerzas más grandes de la sociedad, es decir, los países y las empresas. Si tienes un buen conocimiento de la legislación y lo aplicas estratégicamente, puedes hacer que los gobiernos cambien las reglas del juego y luego velar por el cumplimiento de las nuevas normas en los tribunales”.

Desde sus oficinas en Europa, Asia y los EE.UU., ClientEarth forja, implementa y hace cumplir la ley para “defender el derecho de todos y todas a un mundo saludable”.

El trabajo de ClientEarth está provocando una oleada de cambios legales en distintos campos y países. Ganaron tres causas judiciales contra el gobierno del Reino Unido, que lo obligaron a tomar medidas contra la contaminación ilegal del aire. Salvaron el bosque más antiguo de Europa de la destrucción y ayudaron a redactar una nueva ley de tala de la UE, que prohíbe la importación de madera ilegal. Obligaron al gigante de la energía BP a retirar sus anuncios de greenwashing y los jueces y fiscales que capacitaron en China ya han iniciado más de 100.000 desafíos legales ambientales.

James nos cuenta que también está orgulloso de la manera en que la organización está colaborando con otros sectores, como la música y el arte, ya que “el arte y los artistas tienen un potencial extraordinario para superar los límites y guiar a la sociedad a imaginar un mundo mejor para todos nosotros”. Coldplay, por ejemplo, son patrocinadores a largo plazo, y Christie’s y Gallery Climate Coalition recientemente han lanzado la iniciativa colaborativa Artists for ClientEarth para apoyar el trabajo de los mejores abogados de la Tierra.

ClientEarth ganó tres causas judiciales contra el gobierno del Reino Unido, que lo obligaron a tomar medidas contra la contaminación ilegal del aire.

James afirma que los litigios climáticos pueden ayudarnos a reparar la relación entre las sociedades humanas y la naturaleza ya que empoderan a la ciudadanía de todo el mundo a usar el sistema legal para que los gobiernos y las empresas rindan cuentas. Los grupos vulnerables como las comunidades indígenas se ven afectados de manera desproporcionada por los efectos de la crisis climática, y las acciones legales pueden ayudarlos a luchar por un futuro más justo.

Ese fue el caso en 2019, cuando ClientEarth presentó un primer caso a nivel mundial ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra por un grupo de isleños del Estrecho de Torres, que vieron amenazados sus derechos a la cultura, la vida, la familia y el hogar por la crisis climática. El caso alega que Australia está fallando en sus obligaciones legales de proteger a sus comunidades vulnerables al clima, ya que el aumento del nivel del mar está erosionando las islas de la comunidad, dañando infraestructura y sitios culturales importantes.

“Nuestra incapacidad para apoyar a quienes son los más afectados por el cambio climático es inaceptable y, si los gobiernos no actúan de manera adecuada se recurrirá, cada vez más, a los litigios para hacerlos rendir cuentas. La gente no debería ver la ley y pensar que no puede usarla”.

James afirma que los litigios climáticos pueden ayudarnos a reparar la relación entre las sociedades humanas y la naturaleza.

James y ClientEarth no creen que “la crisis climática sea algo que se tenga que resolver a nivel individual –requiere una transformación a nivel empresarial”. Y aunque los responsables de tomar decisiones han progresado en algunas áreas clave, “simplemente están muy lejos de ir lo suficientemente rápido” y todavía existe “una brecha entre lo que ha logrado la cumbre COP26 de Glasgow y lo que se necesita con urgencia para hacer frente a la crisis climática y asegurar justicia para los países más afectados”. Sin embargo, los ciudadanos del mundo pueden exigir un cambio radical en el ritmo de acción y abogar por un cambio sistémico como la única y posible manera de lograr un futuro más saludable y brillante. Como dice James, “el apoyo y confianza en nuestra misión es fundamental para nuestro trabajo”.

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Narradora y maga de la lasaña afincada en Barcelona. Cubre historias de alegría y de gente con talento que trabaja para mejorar nuestro mundo. Exjefa de redacción de Atlas of the Future.