En São Paulo, la gente usa la aplicación Cataki para tener calles más limpias, proteger el medio ambiente y mejorar la vida de algunos de los vecinos más pobres de la ciudad.

Al igual que la aplicación de citas Tinder, Cataki trata de emparejar personas; en este caso, emparejar a los recolectores locales de residuos (o ‘catadores’, como se les conoce en Brasil) con personas que tienen residuos reciclables de los que quieren deshacerse. Cataki significa literalmente “recoge aquí” (cata-aqui).

“El arte puede trascender los muros de las galerías y los muros de las calles, siendo una poderosa herramienta de transformación social.” Mundano, artista grafitero y activista

Todo comenzó con Pimp My Carroça en 2012. (Thiago) Mundano –él seu llama a sí mismo “ARTivista”– reunió a un grupo de personas que ocuparon Anhangabaú, en el centro de São Paulo, para protestar por los derechos de los ‘catadores’. Porque, como explica João Ferro, Jefe de Comunicaciones de Pimp My Carroça, “los ‘catadores’ realizan un servicio público ambiental y son ignorados por las autoridades públicas, el sector privado y la sociedad civil. Creemos que merecen no solo respeto y admiración, sino también unos ingresos adecuados por el servicio prestado”.

Asistieron cuarenta ‘catadores’, 300 voluntarios y 54 artistas y sacaron los carros hechos a mano que los trabajadores usan para recolectar basura, cubriéndolos con todo tipo de peces de colores, rostros, flores y mensajes. Continuaron involucrando a más de 1.600 voluntarios en 42 ciudades de todo el mundo, que ahora han vendido la friolera de 851 carros.

Cinco años después, en 2017, el proyecto evolucionó aún más: ¿qué pasaría si los ‘catadores’ pudieran encontrar más fácilmente los desechos que buscan recolectar, y las personas que tuvieran basura no deseada pudieran deshacerse de ella más fácilmente?

“Hoy Brasil tiene muchos recicladores y poco reciclaje”, explica Ferro. “Hay aproximadamente un millón de estos profesionales. Cada brasileño produce 380 kg de residuos sólidos al año. De este total, solo se reciclan 13 kg; el 90% de esta cantidad pasa por el proceso de reciclaje gracias al trabajo de los recicladores. Creemos que estos profesionales merecen una recompensa que refleje la importancia de su trabajo.”

Cataki fue creada para hacer esto posible. Los usuarios ponen la información sobre los desechos que han acumulado (se incluye la opción de publicar una foto) y los ‘catadores’ pueden deslizar el dedo hacia la izquierda y hacia la derecha, al estilo de Tinder, para encontrar los materiales reciclables que más les convengan. Cataki recomienda que el pago se ofrezca al ‘catador’ que recolecta los residuos, pero esto es una sugerencia más que una obligación, que se negociará en persona.

Los ‘catadores’ cercanos se pueden visualizar en un mapa, como Uber, pero el fundador dice que es más como Tinder, porque Cataki no se corta con los ‘catadores’. Hasta el momento, 2.200 recolectores están verificados en la aplicación, que ha tenido 160.000 descargas.

“La principal fortaleza de Cataki radica en su aspecto humano. Al final, los generadores de desechos y los recolectores de desechos son solo seres humanos que trabajan por el bien común. Utilizamos el arte y la tecnología para crear conciencia. Un carro pintado por un grafitero se convierte en una obra de arte ambulante y hace que la gente cambie su impresión de la persona que pasa el día cargando los desechos de otras personas.”

La aplicación está transformando la vida de los recolectores de residuos de Brasil que venden materiales reciclables como fuente para mantenerse a sí mismos y a sus familias, trabajando arduamente todos los días en las calles de las grandes ciudades, sin ningún reconocimiento de las autoridades públicas por el servicio prestado.

No es de extrañar que, durante un evento en la sede de la UNESCO en París, Cataki fuera galardonada con el Premio a la Innovación Digital Netexplo 2018 y reconocida como la principal plataforma digital de impacto social entre las 2.000 iniciativas mundiales que participaron en los premios.

Quizás lo más importante de todo es que Cataki está derribando barreras sociales. “Los recicladores a menudo sufren un estigma social muy cruel. Pero una persona que se detuviera a mirarlos a los ojos y les hablara durante tres minutos nunca vería esta profesión de la misma manera”, agrega Ferro. “Estimular este cambio de visión es algo muy valioso.”

Y la aplicación no solo sirve a las personas, sino a todo el planeta. “El mundo se dirige a una velocidad aterradora hacia un colapso socioambiental. No sería absurdo pensar que, en un futuro sin recursos, todos seamos recicladores: ésta podría ser la profesión del futuro. ¿Quién sabe?”

En marzo de 2020, la misión de la aplicación cambió por completo durante el confinamiento social con el lanzamiento de la campaña “Viva os Catadores”. Mientras dure la pandemia, Cataki se ha transformado en una plataforma solidaria: los usuarios pueden descargar la aplicación y encontrar recicladores o centros para apoyar a los más necesitados en estos tiempos difíciles. Los resultados han sido muy positivos. En los dos primeros meses alcanzaron el objetivo de la campaña: 2.328 personas donaron alrededor de 240.000 euros, que se repartieron a partes iguales entre los más de 2.200 recolectores.

Gracias al inmenso esfuerzo colectivo, Cataki también entregó 18.000 comidas en las calles de São Paulo y donó más de 8.500 máscaras y 3.000 equipos de protección personal. Mira el vídeo de la campaña. Cataki quiere mostrar la importancia de cada apoyo y de cada donativo.

AcciónAtlas: Descarga la aplicación o contribuye a la tecnología de código abierto de Cataki con mejoras técnicas contactando con ellos.