“Los árboles son el último acto de la naturaleza. Son la matriz de todo lo que está viviendo, todo lo que da vida y todo lo que mantiene la vida, incluyendo la vida humana”.

David Milarch tiene una visión de replantar la tierra con la genética de los antiguos bosques del mundo. Con más de 40 años de experiencia en propagación y reforestación, el viverista de tercera generación creó Archangel Ancient Tree Archive en 1994 junto con sus hijos.

Desde entonces, el grupo sin fines de lucro de California ha creado 75 clones de árboles de Redwood antiguos utilizando tocones de Redwood de hasta 3.000 años de antigüedad. ¿Cómo? Al crear un embrión de árbol, criarlo durante 2,5 años, para después plantarlo en el refugio forestal de Presidio, cerca de San Francisco, en diciembre de 2018.

La misión de Archangel Ancient Tree Archive es recolectar, propagar y replantar la genética de árboles antiguos y campeones: reforestar ecosistemas vulnerables con un archivo vivo de especímenes de árboles antiguos, preservando y restaurando parte de la diversidad de bosques de “crecimiento antiguo” y secuestrando más carbono. Ubicado en Michigan, su trabajo abarca todo el mundo.

Mantener y aumentar la biodiversidad es y seguirá siendo uno de los esfuerzos más importantes para combatir y revertir el cambio climático y evitar el deterioro del ecosistema en todo el mundo. La plantación de especies arbóreas antiguas en bosques vulnerables al cambio climático y que sufren la pérdida de biodiversidad podría secuestrar más carbono y aumentar la resiliencia del ecosistema.

La pregunta es ¿en qué ramificaciones podría incurrir la sociedad civil que toma la bioingeniería, específicamente la clonación, en sus propias manos? Más allá de los beneficios obvios de mantener un archivo vivo de árboles antiguos, ¿podría la clonación y la reintroducción de especies perturbar ecosistemas de manera imprevista? Además, ¿quiénes decidiremos quién clonará e introducirá qué especies, y cómo se gestionará la propagación de tales especies?