Se estima que en Uganda se desechan diariamente 600 toneladas de plástico, unos residuos que están aumentando día a día. La ciudad de Kampala es responsable de generar una gran cantidad de desechos plásticos, que se encuentran esparcidos por toda la ciudad y obstruyen los sistemas de alcantarillado. Aproximadamente el 51% de la basura plástica de la ciudad se deja sin recolectar y termina en canales de drenaje, humedales, fuentes naturales de agua, alcantarillas, parcelas y al borde de las carreteras. En las zonas rurales, en la mayoría de los casos, la basura plástica se deja descomponer por sí sola.

Reform Africa está cambiando esto desde septiembre de 2018: están convirtiendo los desechos plásticos en bolsas sostenibles, impermeables y duraderas, y por cada bolsa vendida, donan una bolsa a un niño en edad escolar de una zona rural de Uganda, apoyando con una mochila a los estudiantes más necesitados para que puedan mantener sus libros a salvo.

La producción comienza con la recogida de las bolsas de plástico de los vertederos. Más de 50 kg de plástico son recolectados mensualmente por un equipo de 10 madres solteras que reciben un sueldo justo. Después de la recolección, las mujeres clasifican y lavan el plástico para eliminar la suciedad y el barro antes de secarlo al sol. Con una técnica única, están fusionando el plástico con su material final. Una bolsa de Reform Africa está hecha de 15 bolsas de plástico. Con diferentes colores de bolsas de plástico, pueden diseñar diferentes patrones. Cuando el material está listo, sus sastres cortan diferentes diseños siguiendo varias especificaciones. Fabrican mochilas, bolsas de la compra, bolsas cruzadas o pequeños ‘kits’ de aseo.

Periodista y blogger, ha sido redactor de varias revistas de viajes, naturaleza y ciencia durante los últimos 20 años.