Como en cada reto de diseño, todo empezó con un problema. De hecho, dos problema. El primero fueron los desechos plásticos que el diseñador João Leão encontraba todos los días en las playas de Oporto. El segundo problema eran los frenéticos desplazamientos de interminables horas que tenía que sufrir en las calles de Oporto. ¿La solución? Crear un transporte personal rápido que utilizara termoplásticos reciclados como principal material de fabricación. Con un peso de 8 kg y 75 cm de largo, se trata de un patín fácil de transportar, que alcanza una velocidad máxima de 35 km/h, tiene una autonomía de 36 km y cuyo tiempo de carga es de 2 horas.

PET MINI busca acabar con los estresantes desplazamientos al trabajo en ciudades superpobladas y, al mismo tiempo, ofrecer un vehículo ecológico reciclado. Promover formas de movilidad urbana más sostenibles y, al mismo tiempo, abordar el problema de los residuos en la ciudad es fundamental para el futuro del diseño y de la vida urbana. El monopatín PET MINI busca dar a conocer entre la población que los plásticos reciclados pueden tener propiedades excepcionales y que pueden adaptarse a múltiples patrones y formas.

Con el creciente acceso a las herramientas de fabricación digital a través de Fab Labs y a la información a través de Internet, los movimientos Maker y Do-It-Yourself (DIY) están en auge. Debemos repensar cómo diseñamos y fabricamos los productos del futuro, acercando al usuario y a la industria al proceso de diseño. Esto abre la posibilidad de utilizar Open Design como herramienta de desarrollo y los Fab Labs como proceso de fabricación opuesto al proceso industrial habitual. Este proyecto se desarrolló en colaboración con un Fab Lab local, VIVA Lab, la Universidad de Porto y Precious Plastic.

Cofundador y Fab Lab manager en VIVA Lab. Diseñador industrial e innovador social.